En Madrid, Andalucía, Barcelona, Berlín, París, Milán, Lisboa, Estambul, y otras ciudades europeas, los movimientos feministas y las mujeres, acompañadas por no pocos hombres, alertaron que muchos de sus derechos históricos están amenazados por las fuerzas de derecha y ultraderecha.

Mujeres y movimientos feministas de todo el mundo marcharon este 8M (Día Internacional de los Derechos de la Mujer) para recordar que muchos de sus derechos se ven vulnerados diariamente pese a las conquistas históricas que han obtenido, para exigir pagos salariales más justos, pedir justicia para las víctimas de violencia de género, reclamar el fin de los conflictos armados y las guerras, así como muchas han expresado su preocupación por el auge de movimientos de derecha que apuntan hacia los derechos de las trabajadoras y las libertades individuales de las féminas.

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En Lisboa, capital de Portugal, cientos de féminas y algunos hombres se manifestaron en el centro de la ciudad para exigir igualdad de derechos entre géneros. Corearon, entre otras, la consigna «no somos una mercancía». La marcha se llevó a cabo en el corazón de Lisboa, partiendo de la plaza Marquês de Pombal .

En Estambul, Türkiye, las feministas también marcharon este sábado para reivindicar sus derechos, pese a las prohibiciones policiales. Miles de mujeres y algunos hombres recorrieron las calles del barrio de Cihangir, cerca de la reconocida plaza de Taksim, en la cual se prohíbe toda manifestación política pública. Frente a los agentes antidisturbios y el camión de cañón de agua, las féminas bailaron, cantaron y se manifestaron, pero no faltó la alegría.

En Polonia, país que prohibiera el acceso al aborto, las activistas inauguraron un centro donde las mujeres pueden acudir a efectuar abortos con el uso de píldoras, enclavado justo frente al Parlamento de Varsovia. Esta nación, tradicionalmente católica romana, posee una de las legislaciones de aborto más restrictivas de todo el continente europeo.

Una de las movilizaciones más masivas se llevó a cabo en París, la capital francesa, donde al menos 250.000 personas salieron a marchar, según estimaciones de los colectivos organizadores. En sus pancartas, las participantes señalaban las cifras de feminicidios del país, y exigían atención hacia estos crímenes y justicia y reparación para sus víctimas.

En Barcelona, España, la manifestación inició en la Plaza Universidad, y sus reivindicaciones y consignas estuvieron estrechamente relacionadas con los cuidados. Exigían un reparto más equitativo de dichas tareas, así como instaron a que estas sean reconocidas como trabajo y dejen de ser invisibilizadas.

Pese al frío, en Cataluña salieron a la calle además para expresar sus preocupaciones ante el auge de movimientos de derecha y Gobiernos que proponen medidas antidemocráticas y contra las libertades de las mujeres. Partidos como Vox, en España, La Libertad Avanza en Argentina y otros fueron emplazados por sus políticas que atentan contra los derechos humanos.

Participaron mujeres de todas las edades, estudiantes de colegios, universitarias, trabajadoras de sindicatos, y numerosas jubiladas, quienes pusieron sobre la mesa el tema de las pensiones, pues después de haber culminado su ciclo de trabajo muchas de las jubiladas no reciben pensiones dignas y persisten las desigualdades entre géneros.

Exigieron además flexibilización con respecto a las licencias de paternidad, y que esta se convierta en política de Estado. «Eso que llaman amor es trabajo no remunerado» fue una de las consignas que aludió al trabajo doméstico de millones de féminas, las cuales pueden pasar toda su vida ocupándose de los hijos y los adultos mayores, y al llegar a la edad de jubilación no se les asigna pensiones pues no se reconocen estas tareas como una forma de trabajo, pese a serlo.

Esta no es una realidad exclusiva de España, sino que en todos los países los movimientos feministas han puesto el foco sobre estas desigualdades.

En la comunidad autónoma de Andalucía, algunas manifestaciones tuvieron que ser suspendidas debido a las fuertes precipitaciones que ha provocado la borrasca Jana que afecta a dicha región. No obstante, desde allí el corresponsal de teleSUR, Sergio Rodrigo, dio a conocer que esta jornada está marcada por la indignación ante un posible nuevo caso de femicidio en Jaén, Andalucía. La autopsia ha revelado indicios de violencia de género en mujer que falleció unas horas después de su ingreso, y su pareja ya ha sido llevado a prisión en tanto se investiga.

Los movimientos feministas de las zonas rurales han sido los más notables. Las jornaleras mantienen sus reivindicaciones históricas como mayor acceso a las tierras, en igualdad de condiciones que sus pares hombres; el fin de la feminización de los trabajos del campo, entre otras. De acuerdo con datos de las comisiones obreras, la brecha salarial en las zonas rurales de Andalucía se sitúa en el 100%, destacó el corresponsal.

En Madrid, pese a las intensas lluvias, miles de españolas e inmigrantes se manifestaron para reclamar derechos aún por conquistar, así como se solidarizaron con las mujeres asesinadas en Palestina, en particular en la Franja de Gaza. Muchas consignas hacían referencia a los movimientos feministas, y señalaban que estos deben ser transinclusivos y antirracistas.

Se hicieron sentir las críticas al actual Gobierno español, especialmente a la judicatura, a la que calificaron de «patriarcal», debido a la falta de mujeres jueces, de jueces con perspectiva de género, y a la clausura respecto a los jurados contra la violencia de género.

Las mujeres inmigrantes y sus movimientos marcharon y ocuparon numerosos bloques. Exigían el reconocimiento de sus derechos y el respeto a sus tradiciones. Una de las consignas fue: «Mi hijab, mi decisión». Estas féminas sufren las violaciones de sus derechos en mayor medida que las nativas de los países hacia los cuales se ven obligadas a migrar, y en la mayoría de los casos de abuso, ni siquiera logran efectuar denuncias.

Las manifestaciones de este sábado han mostrado que los movimientos feministas buscan el fin de todos los conflictos armados, en medio de los cuales los derechos de las féminas son vulnerados en mayor medida, y alertan acerca de los peligros que representan las derechas racistas, explotadoras y machistas, impulsoras de la mayoría de las leyes antiaborto y proteccionistas con respecto a los violadores y maltratadores.

En este Día Internacional de la lucha por los Derechos de la Mujer, estas pidieron que no muera ni una más, y que el mundo sea cada vez más feminista.

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