El viernes fue cerrado de manera sorpresiva la guardia y la internación del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte. Trabajadores se manifiestan desde el viernes en su puerta y temen por el cierre total. Miles de personas se quedaran sin atención.

El personal del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, en Buenos Aires, se vio sorprendido este viernes al ser informado del cierre inmediato de la internación y la guardia.

“Nos informaron de un momento a otro. No sabemos qué pasará con los pacientes ni con nuestros empleos”, comentó una trabajadora al diario cooperativo Tiempo Argentino.

LEA TAMBIÉN:

Nueva ola de despidos en el Estado argentino

Actualmente, el hospital alberga a medio centenar de pacientes, quienes quedaron bajo el cuidado de un personal reducido, ya que no se pueden atender nuevos casos.

“Hoy nos avisaron que el lunes podría anunciarse el cierre total del hospital”, explicó Leonardo Fernández Camacho, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Esta medida afecta a más de 500 trabajadores que, tras el anuncio, cortaron una avenida céntrica en protesta y anunciaron que permanecerán en sus puestos hasta obtener respuestas oficiales.

Desde el Gobierno Nacional, señalaron que el cierre se da “en el marco del reordenamiento del sistema» con el pretexto de «priorizar la asignación de los recursos en los pacientes que lo necesitan».

Y argumenta que desde el inicio de la gestión se trabaja en la normalización del Hospital debido a una supuesta «subutilización en función de su capacidad, lo que se manifiesta en la reducida cantidad de pacientes que se atienden en la institución”.

Sin embargo, el Hospital Laura Bonaparte es un centro de referencia en Argentina para la atención de salud mental y adicciones. En lo que va del año, ha atendido a más de 25 mil personas, muchas de las cuales no tienen otra cobertura médica.

Los trabajadores apuntan al recién nombrado ministro de Salud, Mario Lugones, como el responsable de la decisión. “Lugones está avanzando en el cierre”, señaló Fernández Camacho.

Diversos organismos de derechos humanos expresaron su rotundo rechazo al cierre del Hospital Laura Bonaparte, calificando la medida como un acto «negacionista, inhumano y perverso» por parte del gobierno.

En un comunicado conjunto, señalaron que «en tiempos en que la atención de la salud mental resulta prioritaria», la decisión refleja el autoritarismo y la crueldad de un gobierno cuyas políticas han exacerbado la vulnerabilidad de la población.

Además, destacaron la importancia del hospital, no solo por sus recursos humanos de excelencia, sino por llevar el nombre de Laura Bonaparte, una figura emblemática en la defensa de los derechos humanos. El documento, firmado por organizaciones como Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, hace un llamado a la solidaridad y la movilización en defensa de la salud pública y el hospital.

El cierre del Hospital Bonaparte ocurre en un contexto de creciente demanda de servicios de salud mental en Argentina. Los trabajadores señalan que el hospital no solo ofrece atención clínica, sino también capacitación a nivel nacional y supervisión de casos complejos. La preocupación es que miles de pacientes quedarán sin acceso a tratamiento especializado.

Los empleados han decidido resistir y permanecer en sus puestos, exigiendo al gobierno que revierta la medida y garantice la continuidad de los servicios.

EN ESTA NOTA: