En el comunicado oficial, la parte boliviana solicitó que se realizara una información oficial y que se consolide un diálogo bilateral.

El Gobierno argentino afirmó que en la localidad de Aguas Blancas, en Salta, se llevará a cabo la construcción de un cerco de alambre en la frontera con Bolivia para prevenir el cruce ilegal de personas y el contrabando.

LEA TAMBIÉN:

Marcha Antifascista defenderá las conquistas sociales de las diversidades sexuales en Argentina

Esta iniciativa forma parte del Plan Güemes del Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, cuyo objetivo es fortalecer las fronteras del norte.

Según el diario El Tribuno, ya se ha convocado una licitación para la instalación de un alambrado olímpico, a lo largo de los 200 metros que separan la terminal de colectivos de la Oficina de Migraciones local.

Virginia Cornejo, directora Nacional de Vigilancia y Control de Fronteras, mencionó que, aunque del lado boliviano se han construido controles estrictos, del lado argentino no había una delimitación clara.

El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, explicó que el alambrado se colocará dentro de un murallón preventivo utilizado durante las crecidas del río Bermejo, con el fin de delimitar el acceso a migraciones, lo que se asimila a la política trumpista de implantar un muro en la frontera con México.

El proyecto será financiado por la provincia de Salta y supervisado por el Gobierno nacional, debido a un aumento en el cruce ilegal de personas.

Zigarán ha señalado que el alambrado será un medio para evitar que las personas crucen a Bolivia sin pasar por Migraciones, al tiempo que manifestó que muchos cruzan esta frontera de manera irregular, saltando un muro que funciona como protección contra inundaciones.

Con respecto a la polémica generada por la decisión de avanzar en esta construcción, Zigarán argumentó que el objetivo es combatir la expansión de la «narcofrontera».

Denunció situaciones de violencia extrema en la zona, lo que motivó al gobernador de la provincia a solicitar asistencia federal. Además, enfatizó que la medida es parte del Plan Güemes, diseñado para abordar el narcotráfico.

¿Qué dice Bolivia al respecto?

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia se mostró preocupado asegurando que “cualquier  medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.

En el comunicado oficial, la parte boliviana solicitó que se llevara a cabo información oficial y que se consolide un diálogo bilateral.

«Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos», se lee en el comunicado.

Tras las críticas de la Cancillería boliviana, Zigarán afirmó que el Gobierno de Luis Arce Catacora «está mal informado» y reclamó mayor presencia de personal de aduana y seguridad en las fronteras para facilitar el control y descomprimir los pasos fronterizos.

Además, arbitrariamente solicitó a Bolivia que refuerce sus controles en los pasos legales para evitar congestionamientos.

EN ESTA NOTA: