Un ataque aéreo en Nabatiye, al sur del Líbano, se registró este martes y dejó al menos 14 heridos, según el Ministerio de Salud Pública local. Este ataque ha suscitado una preocupación creciente en la región, donde las tensiones han ido en aumento.

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Las imágenes publicadas por los medios muestran la devastación causada por la explosión, con personas huyendo en medio del caos y llamas consumiendo el área. Este tipo de incidentes resalta las consecuencias trágicas que enfrenta la población civil en medio de la violencia.

Al poco tiempo del primer bombardeo, se llevaron a cabo nuevos ataques por parte de las fuerzas israelíes en la misma ciudad. Este hecho pone en duda la estabilidad del alto el fuego y la seguridad de los civiles en el sur del Líbano.

A pesar de que el acuerdo de alto el fuego está vigente hasta el 18 de febrero de 2025, este es el primer ataque contra Nabatiye desde su extensión. Esto pone en evidencia que las hostilidades en la región todavía persisten, a pesar de que se hayan establecido acuerdos.

Cabe señalar que Israel ha realizado ataques aéreos contra esta área en el pasado, incluso con los acuerdos de paz en marcha. Hace semanas, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, mencionó que su país no acataría el alto al fuego si Hezbolá no se retiraba del sur del Líbano.

La continuidad de estas confrontaciones entre Israel y Hezbolá destaca la inestabilidad en la región y la constante amenaza a la vida de los civiles. Las recientes acciones militares cuestionan la efectividad de los esfuerzos diplomáticos para mantener la paz y resolver las tensiones existentes.

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