Ataque directo: Trump impone un arancel de 125% a los productos chinos

Beijing ha dejado claro que no cederá ante las presiones de Washington, calificando las acciones de Trump como un ataque directo a su soberanía económica.

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La escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo ha generado incertidumbre en los mercados internacionales, con caídas en las bolsas y temores de una desaceleración económica global. Foto: EFE


9 de abril de 2025 Hora: 11:07

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha escalado la guerra comercial con China al imponer un arancel del 125% sobre los productos chinos, una medida que parece diseñada no solo para proteger los intereses estadounidenses, sino también para infligir un daño significativo a la economía china.

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Este anuncio, realizado a través de la plataforma Truth Social, refleja una estrategia agresiva que busca debilitar la posición de China en los mercados globales.

Trump justificó esta decisión alegando la «falta de respeto de China hacia los mercados globales», pero el aumento arancelario también envía un mensaje claro: Estados Unidos está dispuesto a utilizar su poder económico para limitar el crecimiento y la influencia de China.

Este movimiento no solo afecta a las exportaciones chinas, sino que también busca presionar a Beijing para que modifique sus prácticas comerciales, consideradas por Washington como desleales.

Además, el presidente estadounidense ha señalado que China deberá «darse cuenta» de que sus políticas actuales no son sostenibles, dejando entrever que estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para frenar el ascenso económico del gigante asiático.

En respuesta, China ha elevado sus propios aranceles a los productos estadounidenses del 34% al 84%, intensificando aún más las tensiones. Beijing ha dejado claro que no cederá ante las presiones de Washington, calificando las acciones de Trump como un ataque directo a su soberanía económica.

Mientras tanto, Trump ha intentado justificar su postura señalando que más de 75 países han buscado negociar con Estados Unidos para evitar represalias similares.

Sin embargo, esta narrativa también refuerza la percepción de que la administración Trump está utilizando los aranceles como una herramienta de coerción económica, no solo contra China, sino contra cualquier nación que desafíe su hegemonía comercial.

La escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo ha generado incertidumbre en los mercados internacionales, con caídas en las bolsas y temores de una desaceleración económica global.

Además, estas medidas podrían tener un efecto dominó, afectando a las cadenas de suministro y aumentando los costos para consumidores y empresas en todo el mundo.

Aunque Trump ha enmarcado sus políticas arancelarias como una defensa de los intereses estadounidenses, la magnitud y el enfoque de estas medidas sugieren una intención más profunda: debilitar a China como competidor global.

Esta guerra comercial no solo redefine las relaciones económicas entre ambas potencias, sino que también plantea preguntas sobre el futuro del comercio internacional y el equilibrio de poder en el siglo XXI.

Autor: teleSUR-CC

Fuente: Agencias