Por otro lado, autoridades advierten que el Ejército israelí causa una “catastrófica situación humanitaria” que amenaza la vida de miles de civiles refugiados.

Ataques aéreos israelíes en varias zonas de la Franja de Gaza dejaron un saldo de nueve muertos, entre ellos tres niños. Varias personas más resultaron heridas en los ataques y fueron trasladadas al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en la cercana ciudad de Deir Al-Balah.

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Los cuerpos de las nueve víctimas fueron rescatados por equipos médicos de la Media Luna Roja Palestina, organización que también evacuó a varios heridos de entre los escombros de una casa perteneciente a la familia Al-Naami en el campamento de refugiados de Al-Maghazi, situado en el centro de Gaza.

La pérdida de estas vidas humanas fue resultado de bombardeos de artillería y disparos contra tiendas de campaña de familias desplazadas en la zona de Mawasi de Rafah, situada en la parte sur de la Franja.

En la misma jornada, se reportó la muerte de al menos dos personas y varios heridos luego de bombardeos israelíes en las zonas de Jabalia al-Balad y Jabalia an-Nazla en la parte norte de la Franja de Gaza.  

Por otro lado, las familias que aún continúan en los campos de refugiados en el enclave se enfrentan al gélido frío invernal durante esta temporada en tiendas de campañas improvisadas.

La Oficina de Medios del Gobierno informa que 110.000 de las 135.000 tiendas de campaña utilizadas por los palestinos desplazados en la Franja de Gaza están ahora fuera de servicio y “completamente deterioradas”.

Autoridades informan que el Ejército israelí está causando una “catastrófica situación humanitaria, resultado directo del genocidio cometido por el ejército de ocupación israelí”, obligando a alrededor de dos millones de palestinos a vivir en tiendas de campaña que carecen de los requisitos mínimos para una vida digna.  

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