La jornada del jueves en Gaza se vio marcada por una escalada de violencia israelí que ha resultado en la pérdida de más de 44 vidas gazatíes, según fuentes médicas. De ellos, 31 fallecieron en la zona norte y en la ciudad de Gaza, en ataques que aumentaron a lo largo del día. 

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Uno de los incidentes más destacados tuvo lugar en el campo de refugiados de Jabalia, al norte de Gaza, donde un ataque a un cuartel policial causó la muerte de 10 personas, incluyendo menores de edad, y dejó 13 heridos. En la ciudad de Gaza, otro ataque impactó una vivienda residencial en el centro, cobrando la vida de más de seis habitantes, entre ellos niños, mujeres y ancianos.

La madrugada también fue testigo de un bombardeo en la calle Al-Shaykh Raduan, dirigido a la vivienda de un palestino liberado recientemente, quien murió junto a su familia, sumando seis fallecidos. Los hospitales en el sur de Gaza, en Khan Younis y Rafah, reportaron la llegada de numerosas víctimas tras los ataques en campamentos y zonas rurales. 

Mientras la situación se agrava, la resistencia palestina respondió con una operación en Jabalia, atacando un grupo de soldados israelíes y equipos militares. Este enfrentamiento resultó en un soldado israelí muerto y siete heridos, algunos de ellos en estado grave.  

Por otro lado, las fronteras de Gaza permanecen cerradas, bloqueando la entrada de alimentos y ayuda humanitaria. En el ámbito diplomático, intermediarios egipcios han propuesto una tregua de 5 a 7 años que incluiría un intercambio de rehenes, el levantamiento del bloqueo impuesto desde 2007, y la retirada de tropas israelíes, entre otras medidas. Las partes involucradas aún no han dado respuesta, dejando en suspenso la posibilidad de un acuerdo. 

Esta situación refleja el aumento de tensiones y la urgencia de encontrar una solución que permita aliviar el sufrimiento de la población gazatí.

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