Este domingo en la mañana, bandas armadas asaltaron y realizaron un ataque mortal en la comuna de Kenscoff, área estratégica donde se encuentran instaladas antenas de radio y telecomunicaciones de todo el país. Un soldado de las Fuerzas Armadas de Haití (FADH) y dos agentes de la Brigada de Seguridad Aérea Protegida (BSAP) resultaron asesinados, según confirmó el portavoz de la Policía Nacional de Haití (PNH), Lionel Lazare.

Los residentes han entrado en pánico y muchos se desplazan hacia otros lugares. Esta localidad ubicada en las alturas de la capital haitiana sufre un aumento de la actividad delictiva de las pandillas —pese a la presencia de fuerzas del orden en varias áreas—, envalentonadas por la impunidad de sus acciones en todo el país.

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De acuerdo con el alcalde de la ciudad, Jean Massillon, la situación es caótica en dicha comuna ubicada en una región montañosa que antaño era considerada como refugio de la violencia de las bandas, y en las últimas semanas ha vivido los mismos abusos que la población de la capital.

Massillon critica la falta de refuerzos inmediatos para hacer frente a la nueva ofensiva de las pandillas. La base conocida como Teleco, atacada durante la madrugada, centro de las comunicaciones en la región metropolitana de Puerto Príncipe, ha sido blanco recurrente de los criminales que pretenden retirar de la onda a los medios que le son hostiles o extorsionar a sus dueños para permitirles las transmisiones.

En las acciones de la policía y el Ejército para repeler el ataque sucedido en horas de la madrugada resultaron muertos tres de sus miembros. Medios locales afirman que el ataque evidencia la fragilidad del sistema de seguridad y la insuficiencia de las operaciones para controlar la expansión de las bandas en la zona. Ello pone en entredicho la voluntad de los dirigentes del país de luchar contra estos crímenes y neutralizar a los bandidos.

De modo que el territorio del municipio corre el riego de convertirse en un espacio dominado por bandidos que destruyen las infraestructuras esenciales y asesinan, violan y extorsionan a la población.

La coalición de bandas conocida como Vivre Ensemble (Vivir juntos) ha sido responsabilizada por el ataque en el que además fueron incendiadas varias casas. De acuerdo con el portavoz de la PNH lograron detener a miembros del grupo.

En un ataque anterior de las pandillas en Kenscoff, a fines del mes pasado, al menos 50 personas fueron asesinadas y más de un centenar de casas quedaron destruidas, según informó la organización Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.

El ensañamiento de las bandas se debe además a que obtener el control de dicha comuna les permitirá dominar la comuna de Petion-Ville y posteriormente la de Delmas, la primera de estas considerada como centro neurálgico de las actividades económicas y culturales del país.

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