El presidente de Estados Unidos anunció la mayor suba porcentual en gastos de seguridad y defensa desde la presidencia de George W. Bush.

En una reunión con gobernadores realizada el lunes 27 de febrero, Donald Trump ofreció precisiones respecto a lo que venía anunciando en los últimos días. “Este presupuesto será un presupuesto de seguridad pública y seguridad nacional”, señaló. Y agregó: “Incluye un histórico aumento de gastos de defensa para reconstruir el diezmado Ejército de Estados Unidos, en el momento en que más lo necesitamos”. Así justificó un aumento de 54 mil millones de dólares destinados a gasto militar durante 2018, algo menos del 10% respecto a las erogaciones en el rubro previstas para este año. “Este presupuesto es la expresión de mi promesa de mantener seguro a Estados Unidos”, argumentó.

“Antes decíamos que Estados Unidos jamás perdía una guerra, ahora no ganamos ninguna. Llevamos 17 años luchando en Oriente Próximo, hemos gastado seis billones de dólares y es inaceptable. Ahora estamos peor que nunca. Tenemos que empezar a ganar guerras de nuevo”, agregó.

Según dejaron trascender funcionarios de la Casa Blanca, para compensar el aumento de gastos, el presidente planteará compensar con recortes en “ayuda internacional” y en todas las dependencias federales, “con la excepción de las agencias de seguridad”. Según se prevé, uno de los mayores recortes será el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental, haciendo realidad su discurso anti-ecologista, grato para las grandes empresas y los dirigentes ultraconservadores.

El anuncio llega tres días después de su intervención en la Conferencia de Acción Política Conservadora realizada en Maryland, donde dio un encendido discurso militarista apelando a la vuelta de la supremacía total en el mundo. “Nadie nos volverá a desafiar. Nadie. No soy el presidente del orbe, sino de Estados Unidos”, expresó.

“El futuro es nuestro. Estados Unidos será mayor, más grande y fuerte que nunca”, arengó a un auditorio identificado con la extrema derecha. “Va a ser uno de los más grandes incrementos militares de la historia. Nadie se atreverá a cuestionar jamás nuestro poder militar. Creemos en la paz a través de la fuerza, y eso es lo que vamos a hacer”​, remarcó. En este discurso tampoco se privó de recorrer sus tópicos habituales, reiterando sus críticas a los inmigrantes y la decisión de avanzar con la finalización del muro transfronterizo con México. “Tenemos a los malos dentro y los vamos a echar”, señaló.

Imitando a Bush Jr

Si la propuesta del presidente norteamericano avanza en el Congreso, el gasto militar alcanzaría los 638 mil millones de dólares. Se trataría del mayor aumento porcentual en una década. En 2008, el entonces presidente George W. Bush logró una suba presupuestaria del 11,3%. Cinco años antes, en 2003, el mismo presidente había aumentado más del 25%. Todo ese período se caracterizó por una expansión sin precedentes en Oriente Medio, a través de las guerras de alta intensidad en Afganistán e Irak y la participación en numerosos conflictos de menor escala en la región.

Esta política fue continuada por Barack Obama, quien siguió aumentando el presupuesto, aunque a un ritmo de crecimiento menor, hasta 2010, cuando superó los 720 mil millones de dólares. En los años siguientes bajó, a pesar de que Estados Unidos sostuvo su intervención en gran parte del mundo, a menudo con los métodos del “smart power”. Esto es, con una combinación del uso de la fuerza militar con el despliegue de herramientas denominadas de “soft power”, que le otorgan mayor importancia a los mecanismos de convencimiento de tipo diplomático e ideológico-cultural. Precisamente este tipo de mecanismos pueden ser objeto de recorte desde el año que viene. De eso se trata, en esencia, la “ayuda internacional” que Estados Unidos promueve desde agencias como la USAID, que ahora podría verse afectada por este giro anunciado por Trump.

Bannon, autor intelectual

El viernes pasado, el estratega jefe de la Casa Blanca, Stephen Bannon, tuvo su primer discurso público en la Conferencia Conservadora, donde llamó a “la deconstrucción del sistema”. “Si piensan que les van a devolver el país sin luchar, están equivocados. Habrá que luchar todos los días”, exclamó entre aplausos.

Bannon, sindicado como el ideólogo principal del rumbo militarista de Trump, sostiene que este es “un momento clave de la historia americana moderna”. El viernes convocó al patriotismo norteamericano defendiendo efusivamente las medidas de Trump. “Somos una nación con una razón de ser”, aseguró el ex ejecutivo de Goldman Sachs, exoficial de la Marina y uno de los líderes del ala más radical de la derecha norteamericana. Ese sector que se propone “hacer grande a América de nuevo” a través de una política más agresiva, con todo lo que ello implica para el resto del mundo.

Fuente: Notas.org.ar