Honduras en Venezuela

Foto: PSUV


Por: Adalberto Santana

1 de agosto de 2024 Hora: 06:32

Otro gran bloque de gobiernos de países latinoamericanos como el de Andrés Manuel López Obrador cuestiona a la OEA por injerencista y exhorta a los venezolanos a resolver sus diferencias sin intervenciones.

En la prensa y en la opinión política de Honduras se encuentran una serie de opiniones a favor y también en contra del proceso electoral realizado el pasado 28 de julio de 2024, en Venezuela. El debate es muy semejante al que se ha desarrollado en la propia patria de Simón Bolívar en torno a los resultados del proceso electoral. En la prensa de este país centroamericano es muy semejante al ambiente de otras naciones de América Latina y el Caribe. Por un lado se pondera la posición de gobiernos como el del presidente Daniel Noboa, quien ordenó la invasión de la Embajada de México en Quito. A su vez el gobierno peruano encabezado por la golpista Dina Boluarte (quien destituyó con un golpe parlamentario al presidente legítimo Pedro Castillo), también se identifica con la oposición venezolana. El gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Javier Milei, continúa agrediendo a todo mandatario que se ubique en la izquierda. Otros presidentes como el de Costa Rica, Panamá, Uruguay desconocen el triunfo de Nicolás Maduro y piden la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En tanto otro gran bloque de gobiernos de países latinoamericanos como el de Andrés Manuel López Obrador cuestiona a la OEA por injerencista y exhorta a los venezolanos a resolver sus diferencias sin intervenciones. Otros tantos reconocen abiertamente el triunfo de Nicolás Maduro como son los casos de los mandatarios de Honduras (Xiomara Castro), Bolivia (Luis Arce), Nicaragua (Daniel Ortega), quienes respaldan el triunfo de Maduro. Postura más pausada la asumen Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil.

En gran medida hemos afirmado que el ambiente político latinoamericano está en buena medida en una situación muy polarizada. En México, lo vimos con la candidata electa, Claudia Sheinbaum, en la que los partidos opositores asumieron la misma actitud que la oposición en Venezuela. Partían del supuesto que las encuestas pagadas por ellos, les favorecían y que iban a ganar las elecciones. El resultado fue una amplia mayoría para Claudia Sheinbaum. Esa situación es muy parecida a la de Venezuela, la diferencia es que Maduro ganó con un resultado mucho más apretado con el recuento del 80 por ciento de la votación (51.2 por ciento contra el 44.2 por ciento contra el principal candidato opositor). Estos comicios como los del Brasil son electrónicos o automatizados. Es decir, tiene una mayor certeza de los resultados y de quienes acuden a votar. 

Sin embargo, un fuerte problema son los gobiernos que tratan de intervenir, no respetando la soberanía de cada país, de cada pueblo, lo que también enrarece el ambiente. Pensemos que si Maduro cuestionara las elecciones de otro país, lo acusarían de intervencionista.

Buscando aislar a Venezuela, hay países de la región latinoamericana, como  el gobierno de Panamá, que retiró su personal diplomático de Venezuela y puso en suspenso las relaciones al poner en duda los resultados de las elecciones.

Una actitud también poco fraterna es la del mandatario chileno, Gabiel Boric, quien cuestiona la elección. Contrasta con la postura de la presidenta Xiomara Castro de Honduras, quien ha felicitado al presidente Maduro, e incluso ella también señaló antes de la elección que Maduro iba a ganar en esos comicios. Es que la oposición hondureña representada por el Partido Nacional, tiene como su principal activo al ex presidente Juan Orlando Hernández, hoy preso junto con el Chapo Guzmán, García Lula y el “Mayo” Zambada, como los principales capos del narcotráfico latinoamericano en los EU. Por otro lado el Partido Liberal de Honduras, cada vez pierde más espacios de poder cuando alcaldes de esa tendencia se suman al partido de Xiomara Castro y Manuel Zelaya, Libre (Libertad y Refundación).

Así, hasta ahora, los gobiernos más mesurados en esta situación política son los países más grandes de la región, como Brasil, México y Colombia. Gobiernos que también frenaran el intervencionismo de la OEA. Mientras que los actores más relevantes de los EU como la candidata Kamala Harris y Donald Trump, se encuentran más apurados por ganar al electorado estadounidense para sus respectivas candidaturas. A Trump, más que preocuparle lo que pasa en Venezuela, en su discurso ve el tema migratorio latinoamericano como un eje de su campaña, especialmente cuando lo relaciona con el alto consumo de drogas en los EU. 

Pensemos que faltan cinco meses para que Maduro inicie su tercer periodo como presidente. Lo que seguramente va a acontecer, es  que los dirigentes de la oposición antichavista seguirán con sus provocaciones, pidiendo la intervención de los EU. Seguirán los dimes y diretes, esperando que se genere una mayor violencia en el pueblo hermano de Venezuela. Es decir que se meta en más honduras.

En nuestra América vivimos momentos políticamente impactantes, pero son parte de la vida política, en los momentos actuales afortunadamente no hay gobiernos militares, como en otro momento fueron las dictaduras de ese corte. Se reconoce que hay gobiernos que son más democráticos que otros, pero no hay gobiernos en los que haya un régimen militar, lo cual es una ganancia para la región. Si se prefiere es mejor que haya gritos y sombrerazos a que haya golpes de Estado.

teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección.

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Nació en la ciudad de México, es Doctor en Estudios Latinoamericanos e investigador titular del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM. Entre sus libros figuran: El pensamiento de Francisco Morazán (1992, 2000, 2003, 2007 y 2019); El narcotráfico en América Latina (2004 y 2008), Minorías sociales en América Latina (2014) . Recibió Mención Premio Casa de las América (2003).