Alrededor de 34 millones de brasileños regresarán a las urnas para votar en la segunda vuelta de las elecciones municipales a los alcaldes y vicealcaldes de 51 ciudades.

Brasil celebrará este domingo la segunda vuelta de las elecciones municipales, lo que es visto por analistas como una medición de fuerza entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro de cara a las presidenciales de 2026.

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La atención de este nuevo proceso electoral está puesta en la ciudad de Sao Paulo, donde el alcalde saliente Ricardo Nunes, apoyado por el ultraderechista, aparece como favorito frente a Guilherme Boulos, candidato del presidente Lula da Silva.

La segunda vuelta tendrá lugar en 51 ciudades del país suramericano en las que ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta en la primera vuelta electoral celebrada el 6 de octubre pasado.

En 15 capitales de estado habrá segundo turno, con una lucha ajustada en nueve de ellas, como en Fortaleza y Cuiabá entre candidatos del Partido de los Trabajadores de Lula y del Partido Liberal de Bolsonaro.

Tras la primera vuelta en que la gran mayoría de las alcaldías quedó en manos de los partidos de centroderecha y en la que el partido de Bolsonaro tuvo el doble de votos que la agrupación oficialista, la mayoría de candidatos apoyados por el expresidente Bolsonaro aparece como favorito en los sondeos para el balotaje.

Según las últimas encuestas, en la segunda vuelta se repetirá el resultado de la primera, con los partidos de centro y de derecha venciendo la mayoría de las alcaldías y la formación liderada por el expresidente con más triunfos que la encabezada por el actual jefe de Estado.

Pese a tratarse de votaciones locales, los resultados tendrán implicaciones en la política nacional, pues servirán como un termómetro para medir la aprobación de líderes y partidos de cara a las elecciones generales en 2026.

Los candidatos compiten en un ambiente en el que temas como la educación, la salud y la infraestructura local están en el centro del debate.

También la seguridad pública y la lucha contra la corrupción se mantienen entre las principales preocupaciones de los votantes, quienes demandan mejoras en la gestión y transparencia de los recursos públicos.

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