BRICS+: la lucha del Sur Global contra la hegemonía imperial de Occidente
El diálogo «BRICS Plus» a nivel de ministros de Relaciones Exteriores se llevó a cabo en Nizhny Novgorod, Rusia, el 11 de junio de 2024. | Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de China
15 de junio de 2024 Hora: 03:26
El BRICS crece en tamaño y en naciones que lo integran con la desdolarización y la consolidación de un mundo multipolar como horizonte.
La cumbre ministerial del Brics comenzó con un minuto de silencio en honor al fallecido presidente de Irán, Ebrahim Raisí. Este homenaje, además de expresar el respeto por el mandatario y el pueblo persa, es también un símbolo de un nuevo período del bloque que se plantea como alternativa a la hegemonía estadounidense y todos los imperialismos de Occidente.
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El encuentro fue el primero en realizarse con la nueva lista de países tras la incorporación a principios de año de Irán, Egipto, Arabia Saudita, Etiopía y Emiratos Árabes como miembros plenos, lo cual implica la integración de algunos de los más importantes proveedores de gas y petróleo a la alianza.
Del encuentro llevado a cabo en la ciudad rusa de Nizhni Nóvgorod los días 10 y 11 de junio también participaron múltiples países del mundo que ven en el Brics una alternativa ante la hostilidad de Estados Unidos hacia naciones soberanas mediante la aplicación de sanciones y medidas coercitivas.
Países como Venezuela, Cuba y Nicaragua manifestaron recientemente su intención de ingresar al bloque. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, reafirmó la determinación de su nación de «explorar y favorecer todas las vías posibles para un relacionamiento más estrecho con el grupo»; Nicaragua manifestó su interés en formar parte del bloque multilateral, mientras que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que «Venezuela está lista para convertirse en socio estratégico y confiable del grupo de los BRICS».
La decisión final se tomará en octubre, durante la cumbre de presidentes del organismo multilateral que tendrá lugar en la ciudad de Kazán, en la República de Tartaristán de la Federación Rusa, nación que ejerce la presidencia temporal del organismo multilateral. Allí también se deberá definir si se remplazará a Argentina por otro país latinoamericano, tras la decisión del ultraderechista Javier Milei de negarse a integrar a la nación al bloque.
¿Qué es el BRICS?
BRICS es el acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los países que hasta el momento conforman el bloque. Se trata de cinco de las economías emergentes más poderosas del mundo. El bloque, que auspicia la asociación económica, comercial y política, comenzó a funcionar formalmente en 2009, cuando se celebró la primera cumbre de presidentes en Ekaterimburgo, Rusia. No obstante, las bases del bloque comenzaron a asentarse a partir de 2006, y no fue hasta 2011 que Sudáfrica fue aceptada como miembro pleno, completando así la lista actual de países socios.
En la actualidad está conformado por diez Estados, lo que «atestigua la creciente autoridad de la asociación y su papel en los asuntos mundiales», expresó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en relación con el inicio de la presidencia rusa en el organismo. «Los BRICS están atrayendo cada vez más partidarios y Estados afines que comparten los principios subyacentes a sus actividades», declaró.
Estos países tienen en común poseer una gran población, extensos territorios y grandes cantidades de recursos naturales. Según un documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), «es esperable que un país exitoso en el conjunto de los BRICS deba tener una capacidad productiva amplia (agrícola, industrial y de servicios) que corresponda a su potencial económico, una economía relativamente estable y un perfil no muy bajo en el escenario internacional».
Entre los objetivos del bloque se cuentan la promoción de acuerdos bilaterales de comercio entre los países miembros y el financiamiento de proyectos productivos a través del Nuevo Banco de Desarrollo, creado en 2015 por los cinco países miembros. La desdolarización y la creación de un mundo multipolar en contrapartida a la hegemonía estadounidense-europea.
Los Brics se convirtieron en una alternativa ante las presiones coercitivas unilaterales impulsadas por Estados Unidos y sus aliados y el control de las principales entidades financieras del mundo occidental que garantizan su predominio a nivel internacional.
Desdolarizar para descentralizar
El economista y ex director adjunto del Instituto de Desarrollo Mundial del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado de China, Ding Yifan, señala que históricamente, los países miembros del BRICS «han padecido el papel hegemónico del dólar estadounidense».
Para Brasil, cualquier apreciación o depreciación sustancial del dólar ha significado un desastre. El capital estadounidense también ha podido entrar y salir libremente del mercado de valores indio, aumentando los precios de determinadas acciones y luego vendiéndolas al descubierto, señala el economista chino.
Del mismo modo, Sudáfrica, Rusia y China han sido objeto de sanciones financieras estadounidenses. Tras el estallido de la guerra en Ucrania, Estados Unidos congeló y confiscó los activos en dólares que poseían varios ciudadanos rusos acaudalados. También congeló 300 mil millones de dólares en activos del Banco Central ruso.
Algo similar a lo atravesado por países víctimas de sanciones ilegales como Irán, Nicaragua, Venezuela y Cuba, que sufren un bloqueo criminal desde hace casi 70 años.
En ese sentido, uno de los ejes centrales que se plantea este bloque de países es la desdolarización. La cooperación monetaria entre los países de los BRICS también requiere que encuentren una moneda de anclaje distinta del dólar estadounidense.
Entre todos, poseen las mayores reservas de recursos y energía del mundo y la mayor capacidad manufacturera. Un sistema de liquidación distinto al dólar puede facilitar el intercambio de recursos y producción industrial. En la medida en que los países BRICS establezcan un sistema de liquidación distinto del dólar estadounidense, su desarrollo económico se verá liberado del impacto negativo de las fluctuaciones del dólar. Sin embargo, las monedas de la mayoría de los miembros de los BRICS siguen estando, en mayor o menor medida, vinculadas al dólar estadounidense, y sus tipos de cambio también son inestables.
Para Paulo Nogueira Batista Jr., economista brasileño y vicepresidente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) dependiente del Brics, esto asume dificultades tanto técnicas como políticas. El dólar es la moneda de reserva de la mayoría de las naciones y la hegemonía de las entidades financieras como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial tienen enorme peso en países emergentes.
En tanto, el planteamiento de una alternativa, debe afrontar a criterio de Nogueira, «la dificultad real de unir verdaderamente a los países BRICS en este esfuerzo».
Este desafío es una de las prioridades de los países miembros y se debatió extensamente en la última cumbre de Johannesburgo. De hecho, la creación del NBD fue creada como primera instancia para lograr confluir los esfuerzos de las diferentes naciones.
Avances, desafíos y promesas
Pese a las diferencias históricas y culturales de los países miembros, un estudio publicado en diciembre por tres investigadores de la Universidad de Tufts señala la convergencia de las políticas de los países miembros de los BRICS en ámbitos identificados como prioritarios. Según el estudio, la cooperación ha aumentado considerablemente desde la creación del grupo, pasando del 13,7 por ciento en 2009 al 50,7 por ciento en 2014.
Los países miembros de los BRICS superarán al Grupo de los Siete (G7) en términos de participación en el PIB mundial en los próximos cuatro años, afirmó este martes Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, durante su intervención realizada en el evento World Governments Summit, que se ha celebrado esta semana en Dubái.
Concretamente, pronosticó que, con la incorporación de los nuevos miembros de la asociación internacional, su cuota en la producción económica mundial oscilará entre el 35 % y el 40 % para 2028, mientras que la del G7 descenderá hasta el 27,8 %.
Asimismo, la expresidenta de Brasil señaló que entre 2011 y 2016 la participación de los mercados emergentes en el comercio mundial aumentó un 37 por ciento mientras que entre 2016 y 2022, esa participación se elevó a un 41 por ciento. En contrapartida, las economías más desarrolladas retrocedieron del 62 % al 58 % en el período antes mencionado, mientras que la proporción de los países del G7 en la economía mundial era del 47 por ciento en 2016 y que en 2022 se redujo a cerca del 30 por ciento.
La ampliación a diez miembros es significativa en muchos sentidos: el grupo representa ahora el 45,5 % de la población mundial, el 43,34 % de la producción mundial de petróleo, el 35,85 % del PIB mundial (en paridad de poder adquisitivo) y casi el 25 % de las exportaciones totales de bienes.
Sin embargo, la victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales argentinas de noviembre sacudió los planes del grupo, a la vez que abre la ventana para que países como Venezuela puedan incorporarse en octubre de este año, en la cual participarán los nuevos países plenos.
En tanto, se abre la incógnita de qué ocurrirá en adelante ahora que en vez de cinco países, se deberán integrarse diez países miembros.
Mientras tanto, experiencias como el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS ya han comenzado a funcionar y financian, entre otras cosas, la recuperación del sur de Brasil tras las inundaciones. El Banco de los BRICS destinará 1.115 millones de dólares para la recuperación de Rio Grande do Sul.