El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, rechazó este jueves de forma enérgica las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien calificó las inversiones chinas en América Latina y el Caribe como «depredadoras» y generadoras de «endeudamiento excesivo».

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Guo tildó estas afirmaciones de «falsedades» y urgió a Washington a cesar su campaña de difamación contra Beijing. 

Durante una conferencia de prensa, el vocero chino aseguró que Estados Unidos busca crear divisiones entre China y los países latinoamericanos mediante «retóricas infundadas, propias de la mentalidad de la Guerra Fría».

Sin embargo, subrayó que estas acciones «están condenadas al fracaso», ya que la cooperación entre China y la región se basa en principios de «respeto mutuo, igualdad y beneficio compartido». 

Guo destacó que las inversiones chinas han impulsado el desarrollo económico en América Latina, sin imponer condiciones políticas. «La llamada carga de la deuda es más que una exageración y las afirmaciones relacionadas con China no tienen en cuenta los hechos. Para todos es evidente quién ejerce coerción y saqueo en la región», afirmó, en alusión a las prácticas históricas de la Casa Blanca. 

Las declaraciones de Rubio se producen en un contexto de creciente rivalidad entre Washington y Beijing por la influencia en América Latina. Mientras EE.UU. acusa a China de buscar dependencia económica mediante proyectos de infraestructura como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Gigante asiático defiende su modelo como una cooperación de beneficio mutuo.

Una vez más, Estados Unidos aplica su estrategia de doble rasero, por un lado, acusa a China de aprovecharse de los países de latinoamericanos, y por el otro, tiene un historial de sanciones unilaterales e injerencia en asuntos internos, y presiona a países como Panamá para reducir la presencia china en el Canal, episodio que Beijing considera una violación de la soberanía panameña. 

El portavoz chino aseguró que Estados Unidos busca provocar fricciones entre el Gigante asiático y otros países, pero aseguró que sus acciones no tendrán éxito.

Asimismo, destacó que la nación asiática mantiene principios de respeto mutuo, igualdad y cooperación para beneficio de ambas partes promoviendo el desarrollo económico y el bienestar de la población en los países donde invierte.

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