Bogotá también ha experimentado fuertes precipitaciones que han generado caos en algunas zonas de la metrópoli.

Las intensas lluvias que han caído sobre Colombia durante las últimas 48 horas han causado un incremento en el nivel de los ríos, desbordamientos y deslizamientos de tierra, provocando una crisis sin precedentes en varias regiones del país. Los departamentos más afectados son el Chocó y La Guajira, donde miles de familias han perdido sus hogares y se han visto obligadas a abandonar sus viviendas debido a las inundaciones.

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En el Chocó, uno de los departamentos más golpeados, 21 de los 35 municipios se encuentran en grave situación. El desbordamiento de los ríos, como el Baudó, ha generado inundaciones masivas, afectando a más de 100.000 personas. La gobernadora del Chocó ha comenzado a distribuir ayudas humanitarias en zonas como el Bajo Baudó, donde la población ha sufrido los embates de las lluvias y la crecida de los ríos.

Ante la magnitud de la tragedia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, decretó el lunes la emergencia por desastre natural, lo que permitirá destinar recursos adicionales para la atención de los damnificados. La medida también incluye el apoyo para la rehabilitación de la infraestructura dañada y la contratación de servicios de emergencia.

Según el Departamento Nacional de Estadística, el Chocó es una región históricamente afectada por altos índices de pobreza, lo que agrava aún más la situación de los afectados, quienes ya enfrentaban dificultades antes de la crisis.

El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, también se pronunció sobre la situación, anunciando que países como Francia han ofrecido recursos para apoyar la respuesta humanitaria. Además, el Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (IDEAM) ha advertido que las lluvias podrían extenderse hasta principios de diciembre, lo que podría generar más emergencias y aumentar el número de damnificados.

La emergencia no se limita solo a las regiones afectadas por las lluvias. Bogotá también ha experimentado fuertes precipitaciones que han generado caos en algunas zonas de la ciudad, con el riesgo de que las lluvias continúen en las próximas semanas.

En medio de este panorama, el gobierno colombiano continúa movilizando esfuerzos para brindar atención urgente a los afectados, incluyendo la entrega de alimentos, medicinas y maquinaria para despejar las vías bloqueadas por los deslizamientos. La situación sigue siendo crítica, pero se espera que la declaratoria de emergencia permita una respuesta más efectiva y rápida para mitigar los daños y salvar vidas.

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