Se trata de una iniciativa propuesta por varios jóvenes que participaron en el estallido social de 2019 con el fin de ofrecer una alternativa a la prestación del servicio militar obligatorio.

Este 30 de enero abrieron las inscripciones para el Servicio Social para la Paz, programa que permitirá a los jóvenes colombianos elegir entre hacer el servicio militar obligatorio o trabajar en varias entidades estatales de forma remunerada para contribuir con la construcción de la paz en el país, reportó Hernán Tobar, corresponsal de teleSUR en Colombia.

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En esta primera edición, 5.000 colombianos de entre 18 y 24 años podrán inscribirse al programa que permitirá a los jóvenes combinar sus proyectos de vida con la acción social en la transformación local que posibilite un cambio general en el país.

La iniciativa fortalecerá los perfiles profesionales de los jóvenes adultos y contribuirá a la desmilitarización de la vida juvenil en el país.

De acuerdo con el corresponsal, quienes opten tendrán un apoyo equivalente al 80 por ciento del valor percibido por un soldado del servicio militar, mas participarán de una iniciativa de construcción social que alejará a los muchachos de las dinámicas de guerra.

En esta ocasión, priorizará a quienes no hayan definido su situación militar en territorios con altos índices de violencia y que han sido expuestos al reclutamiento forzado, así como aquellos que estén en condiciones de vulnerabilidad y extrema pobreza.

Entrevistados por el corresponsal celebran que el gobierno nacional emplee el presupuesto público para un programa que cambiará las dinámicas del servicio militar que no es obligatorio, pero sí lo es definir la situación militar, y ahora se diversificará con una opción que puede resultar más enriquecedora para algunos jóvenes y permitirá definir situación militar antes de ingresar en la universidad u otros centros educativos.

El congresista colombiano Iván Cepeda destaca que permitirá una experiencia inédita, pues los jóvenes acompañarán a las víctimas del conflicto armado y a las madres que buscan los cadáveres de sus hijos en sitios de las periferias urbanas. De modo que serán protagonistas de la paz en comunidades que se encuentran en medio de la resistencia a la guerra, dijo Cepeda.

El programa durará 12 meses una vez que sea aprobado el ingreso de una persona. Cabe destacar que se pretende ampliar la cifra de beneficiados en el futuro tras esta primera experiencia.

Esta iniciativa aumenta su valía en el contexto en que ocurre, en tanto en Colombia persiste la crisis humanitaria en la región del Catatumbo, a partir del reinicio de los enfrentamientos entre el Frente 33 de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que han causado la muerte de civiles y el asesinato de varios firmantes de paz.

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