La agresión se propagó a la región conocida como «Área B», que, con base en los Acuerdos de Oslo, debía estar bajo la gestión civil de Palestina.

Medios de comunicación han advertido que los colonos israelíes anexionaron extensas zonas rurales de Cisjordania ocupada, donde existe un desplazamiento casi total de las comunidades beduinas.

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El periódico británico The Guardian sostuvo que este desplazamiento forzado de comunidades beduinas en Cisjordania tiene como objetivo fragmentar el territorio asignado a un Estado palestino en el futuro y simboliza «el último clavo en el ataúd».

Además, enfatizó que la agresión de los colonos se propagó a la región rural conocida como «Área B», que, con base en los Acuerdos de Oslo de 1993, debía estar bajo la gestión civil de Palestina.

Esto sucedió después de que su actuación se enfocara en el «Área C», bajo el absoluto control administrativo y de seguridad de Israel.

El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, por su parte, ha mencionado la posibilidad de expulsar a los palestinos de la Franja de Gaza, lo que equivale a una limpieza étnica, el desplazamiento de comunidades en el «Área B» ya está en marcha, con los palestinos de Cisjordania lidiando con presiones de colonos y grupos ultraderechistas de Israel.

De acuerdo con The Guardian, cualquier rastro de la presencia beduina en las desérticas colinas entre Belén y el mar Muerto, próximo al asentamiento israelí de Tekoa, fue erradicado, y aquellos que se mantienen en otras áreas son víctimas de la violencia por parte de los colonos.

El investigador de la organización no gubernamental Peace Now, Yoni Mizrahi, señaló que la agresión de los colonos hacia las comunidades beduinas en Cisjordania se agravó junto con la ofensiva en Gaza.

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