Con la presencia de más de 600 delegados de 98 países y 400 participantes cubanos, la VI Conferencia Internacional “Por el Equilibrio del Mundo” se consolida como uno de los foros más representativos del planeta. El evento, celebrado en el 172 aniversario del natalicio de José Martí, reúne a intelectuales, activistas y líderes sociales en un diálogo plural sobre los desafíos urgentes de la humanidad.

En su conferencia magistral “La justicia como camino para la paz y el equilibrio del mundo”, el teólogo brasileño Frei Betto marcó el tono al inicio del encuentro con un mensaje contundente: «Vamos a rescatar la esperanza; vamos a guardar el pesimismo para mejores tiempos». Ante un auditorio internacional, Betto destacó el valor humanista y ético del evento, al que definió como una «alternativa ideológica para quienes luchamos por un mundo mejor».

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Betto lanzó una crítica frontal al capitalismo contemporáneo, advirtiendo su transformación hacia un modelo oligárquico que promueve la «hiperconcentración de la riqueza». Según el intelectual, este sistema busca la deconstrucción del «Estado administrativo» y utiliza una «clase política bufonesca» para desviar las demandas sociales hacia chivos expiatorios como migrantes, negros o musulmanes. «La naturaleza del capitalismo ha cambiado: ahora necesita manipular el descontento para mantener su poder», afirmó.

El fraile dominico insistió en que la paz solo es posible como «hija de la justicia». Subrayó la urgencia de que los movimientos progresistas impulsen un cambio de rumbo global, priorizando la defensa de los derechos sociales y la práctica ética cotidiana. «La defensa de la justicia es indispensable para el equilibrio del mundo», recalcó, al tiempo que denunció la instrumentalización de discursos de odio para fragmentar a las sociedades.

Unidad y conciencia crítica: claves para el futuro

Betto hizo un llamado a la acción coordinada: «Hay que hacer la unidad, buscar cooperación y convertir la conciencia ingenua de los pobres en conciencia crítica». Para ello, urgió a las fuerzas progresistas a recuperar gobiernos al servicio del pueblo y a priorizar la militancia activa. «La práctica es el criterio de la verdad», insistió, enfatizando que sin movilización social, las ideas quedan en abstracción.

El evento, que desde 2003 contó con figuras como Fidel Castro, mantiene su estructura plural con comisiones, paneles y talleres especializados. En esta edición, el legado de José Martí —símbolo de la independencia cubana y el antiimperialismo— sirvió como eje para reflexionar sobre desafíos actuales, desde la desigualdad hasta la crisis ambiental.

Con su mezcla de análisis crítico y llamado a la esperanza, Betto cerró su intervención con una advertencia: «La bravuconada del poder solo se enfrenta con unidad». Un mensaje que resonó entre los asistentes, comprometidos a convertir el diálogo en acción.

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