El conflicto interno en el partido Primero Justicia (PJ), ha trascendido a las redes sociales y refleja las profundas divisiones en esa ala de la oposición venezolana. Este miércoles, Julio Borges, opositor actualmente en España y prófugo de la justicia venezolana, desafió públicamente su expulsión del partido, ratificada por José Brito, presidente de la directiva nacional de PJ.

A través de su cuenta en la red social X, Borges cuestionó la legitimidad de Brito para tomar tal decisión, declarando: «José Brito, tú no puedes expulsar a nadie de Primero Justicia porque no eres miembro del partido. Tú no eres reconocido por su militancia. Simplemente eres un alacrán que la dictadura instrumentaliza para robarse PJ, pero no podrán». Con estas palabras, Borges no solo desconoció la autoridad de Brito dentro de PJ, sino que también desestimó la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que en abril pasado nombró a Brito presidente de la junta restructuradora del partido.

La respuesta de Brito no se hizo esperar, con acusaciones personales contra Borges. El diputado de la Asamblea Nacional calificó a Borges de «ser impresentable» y «excremento humano», recordando controversias pasadas, incluyendo un incidente en el que Borges estuvo involucrado en el atropello fatal de un niño. Brito además acusó a Borges de haber utilizado al partido para su beneficio personal.

Este intercambio público refleja una crisis más profunda dentro de PJ y en la oposición venezolana en general. El martes, Brito ratificó la expulsión de Borges, junto con otros militantes prominentes como María Beatriz Martínez, Juan Pablo Guanipa y Juan Carlos Caldera. Además, amenazó con tomar acciones legales contra quienes «pretendan seguir usurpando funciones» en nombre del partido.

Este reciente episodio también destaca el papel de las redes sociales como arena de confrontación política entre los opositores venezolanos, quienes desde el exilio mantienen su presencia a través de plataformas digitales. La disputa pública entre Borges y Brito resalta uno de los desafíos que enfrenta la oposición venezolana para mantener un frente coherente contra el gobierno de Nicolás Maduro.

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Vale recordar el reciente enfrentamiento entre Henrique Capriles y Julio Borges, que inicialmente comprobó las fracturas ideológicas y estratégicas dentro de la organización. Capriles, quien renunció a la junta directiva de PJ en septiembre, pero mantiene su militancia, ha criticado la falta de visión y unidad interna del partido. Por su parte, Borges defiende una postura más radical, alineada con la estrategia de María Corina Machado de lograr “hasta el final” para instaurar una réplica del “proyecto Guaidó”.

Sin embargo, la intervención del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que designó a José Brito como presidente de la junta directiva ad hoc de PJ en abril, parece empeorar la relevancia de Borges en la política nacional. Además, esta situación se ve agravada por acusaciones cruzadas de opacidad financiera, filtración de información y campañas de desprestigio entre los miembros del partido.

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