Cuba, entre el apagón, el huracán y el bloqueo
Cuba padece desde hace varios años una crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y una difícil situación económica.
25 de octubre de 2024 Hora: 20:39
La Agencia privada de viajes arrendados, más conocida como “Los despeinaos”, anunció en Facebook que estarían recogiendo paquetes el Martes a las 10 de la mañana, en el Parque de los Chivos de la Virgen del Camino. El simpático nombre comercial no los define; las acciones si. “Ojo no se va a traer nada para negocios -aclararon- solamente donaciones o ayuda para sus familiares. Algo muy importante, es totalmente gratis”, precisa el mensaje sobre el viaje Habana-Baracoa.
Han sido días de constantes muestras de solidaridad por toda Cuba. Tras más de 72 horas sin electricidad, ni suministro de agua, sin carburante para cocinar. Aún carentes de la comunicación de los teléfonos móviles, la carga en los celulares y otros problemas derivados de la falta de energía eléctrica, reavivaron la parte más humana de una sociedad que no renuncia a dar y compartir, como virtud.
Fueron dos golpes seguidos, el apagón contra la vitalidad socioeconómica y otro, por el efecto devastador del Huracán Oscar, casi estacionario durante 25 horas, que causó inundaciones nunca vistas en la provincia de Guantánamo, con precipitaciones superiores a 600 mm en la árida zona de San Antonio del Sur e Imías, donde todavía no escampa.
Como consecuencia, miles de personas cuyas zonas ya estuvieron apagadas por varios días consecutivos, ahora quedaban incomunicadas en todo sentido. Hubo muertos y heridos. Dicen algunos pobladores que cuando los ríos se desbordaron, algunos corrieron a casa de sus vecinos en las zonas más altas, porque este es un país con un pueblo y defensa civil entrenados en salvar vidas frente a huracanes mucho más feroces.
Las afectaciones no se conocen a ciencia cierta, al no haber podido llegar a las localidades más aisladas. Por lo visto, miles de personas lo han perdido todo. Hasta el 22 de octubre, el noticiero de la televisión nacional informó que casi tres mil viviendas fueron dañadas, más de la mitad con derrumbes totales y está por decir un informe final. A ello se suman escuelas, acueductos, farmacias, bodegas, almacenes, recintos sociales, entre otras edificaciones estatales.
Basta ver los perjuicios en la magna carretera ‘La Farola’ que conduce a Baracoa y el puente quebrado que impide el acceso al municipio Imías, vías que dificultan la distribución urgente de las ayudas que, sobre los hombros de los cubanos, comienzan a llegar a través de los pasos interrumpidos por el deslave.
Esta ha sido parte de la historia de Cuba desde el comienzo de la Revolución, que contra todo obstáculo, ha puesto al ser humano en primer plano.
Bloqueo para debilitar la vida
Cuba padece desde hace varios años una crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y una difícil situación económica, que atañe a inversiones, mantenimientos y la importación de combustible. Es el efecto agravado del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto al país por Estados Unidos, oficializado el 3 de febrero de 1962.
“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Así fue expuesto el 6 de abril de 1960 Lester D. Mallory, Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, en un memorándum secreto del Departamento de Estado definía la filosofía del bloqueo unilateral contra Cuba.
Un ejemplo de su efecto agravado, puede medirse en el impacto que causó el bloqueo desde el 1 de marzo de 2023, hasta finales de febrero de 2024, con perjuicios materiales estimados en 5 056.8 millones de dólares.
Estiman una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en Cuba, de entre 1 y 2% al cierre del 2023. Por las mismas limitaciones en la disponibilidad de divisas, combustibles e insumos, no fue posible alcanzar el crecimiento económico proyectado del 3%.
De no existir el bloqueo contra el pueblo cubano, a precios corrientes el PIB pudo haber crecido alrededor de un 8% en 2023, señaló un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Hubo sectores estratégicos como la industria manufacturera y la agricultura, que en el último quinquenio reportaron decrecimientos superiores al 25%. Muestra de ello es el decrecimiento -respecto al 2019- de las exportaciones en más de 3000 millones de dólares.
Aunque Cuba no está sola, tampoco en la batalla por la exclusión de la lista estadounidense de Estados presuntos patrocinadores del terrorismo internacional y miles de voces lo repudian porque supone «una medida coercitiva difícilmente justificable en pleno siglo XXI», sin lugar a dudas fue un plan maestro en el ocaso de la presidencia de Trump, aprobada el 12 de enero de 2021 y sostenido por el 46.º presidente de los Estados Unidos, Joseph (Joe) Robinette Biden Jr.
«¿Cómo se puede afirmar, al mismo tiempo, que un país si coopera en la lucha mundial contra el terrorismo y a la vez acusarlo de apoyarlo abiertamente?». Insistieron en una carta enviada al mandatario estadounidense, Joe Biden, un grupo de 35 ex jefes de Gobierno de todo el mundo, que instó retire a Cuba del listado de patrocinadores del terrorismo. Como lo hizo en 2015, después de 33 años, el ex mandatario Barack Obama.
Como consecuencia de la arbitraria medida, con la clara estrategia de dañar la economía cubana, fueron canceladas importantes operaciones comerciales, gestiones de cooperación y proyectos inversionistas casi listos para su implementación. El efecto acumulativo, se hace sentir en medio de un desastre energético y climatológico.
El viernes 18 de octubre, la salida inesperada de la central termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, de Matanzas, había ocasionado la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), desde las 11:00 de la mañana.
Este fallo de la principal planta energética de Cuba, entre otras dificultades de generación eléctrica y la falta de combustible, provocó que toda la isla se quedara sin electricidad. Sin descanso, los trabajadores e ingenieros restablecieron parcialmente el suministro, antes de que volviera a colapsar.
Tras la última caída del SEN -el peor incidente posible en el sistema eléctrico de cualquier país- las acciones para recuperarlo se fueron fortaleciendo con un cambio de estrategia. Después de varios intentos fallidos por reconectar, el domingo pasado se reorganizó la generación por regiones, a través del establecimiento de ‘islas’, con las unidades de generación distribuida.
Se fortalecieron esas estructuras para arrancar las unidades térmicas. Se estableció una estructura en occidente, entre Mayabeque, La Habana y Artemisa, y otra en Oriente, con la unión de Holguín, Granma y Santiago de Cuba. También se crearían dos en el centro, conformada una por Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, y la otra por Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, precisó el director general del Despacho Nacional de Carga de la Unión Eléctrica, Félix Estrada Rodríguez.
El 22 de octubre del 2024, la Unión Eléctrica (UNE) informó en sus perfiles de las redes sociales: “A las 02.44 pm Sincronizado el Sistema Eléctrico Nacional”.
Nefasto Oscar
Oscar se alejaba de Cuba como Tormenta Tropical, mientras los ciudadanos del país, urgidos en la sobrevivencia, el apagón continuo -eléctrico y de transmisión de datos por internet- apenas conocían de las noticias en su propio entorno. El evento meteorológico se fue por el norte noroeste del archipiélago, por un punto próximo al holguinero municipio de Gibara, dejando lluvias para la región oriental en las siguientes 48 horas.
El huracán Oscar dejaba un rastro de devastación en algunas zonas de la oriental provincia de Guantánamo, con lluvias torrenciales tanto en las regiones más secas de Cuba, como la mayor reserva fluvial, que han provocado inundaciones e incomunicado a numerosos poblados.
Tocó suelo guantanamero justamente el domingo 20 de octubre, próximo a la hermosa Baracoa; como huracán categoría 1, con vientos de 140 km / h. se desarrolló y ganó intensidad muy rápidamente. Provocó fuertes rachas de viento en Maisí, el extremo más oriental de Cuba e intensas lluvias que superaron los 200 milímetros en varios territorios de la provincia en una jornada de 24 horas. Han vivido inundaciones, fuertes marejadas y penetraciones del mar en la zona norte de Guantánamo, Holguín y Las Tunas.
Desde el primer momento tras el paso del huracán, efectivos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, encabezaron las labores de rescate con botes, herramientas de salvamento en ríos rebasados y caminos anegados en esos municipios guantanameros, con zonas aún sin acceso vial. La evacuación de personas en peligro y la asistencia médica, de alimentos y refugio a los damnificados, ha sido parte de la labor de los rescatistas profesionales e individuales.
La población movilizada para ampararse unos a otros, ha protagonizado actos de heroísmo aún no bien conocidos. Las redes sociales muestran escenas dantescas de las inundaciones y el rescate entre vecinos, grabadas con la escasa carga de los celulares. Aun así, hay personas desaparecidas y hubo que lamentar la pérdida de 7 vidas humanas, incluyendo ancianos y una niña de 5 años.
Mientras los trabajadores de la empresa eléctrica y de la telefonía, acceden por las vías posibles a las zonas devastadas por el huracán para restablecer los servicios, varias unidades desbrozan caminos para hacer llegar los recursos imprescindibles. El Ejército Oriental anunció en su perfil de Facebook, un nuevo día de batalla con la Operación aérea para el traslado de alimentos para Imías. Los combatientes y fuerzas combinadas de diferentes ministerios prestan asistencia a la población afectada.
Una brigada de artistas jóvenes guantanameros se suma: “todos los días saldrán miembros de nuestra vanguardia artística hacia estos municipios» asegura la Asociación cultural Hermanos Saiz. Diversos colectivos laborales del sector público, así como de pequeñas y medianas empresas privadas y ciudadanos a título personal, colectaron varios productos desde la vecina provincia de las Tunas. Es urgente la necesidad de alimentos. Llevaron harina de trigo, pastas alimenticias, refrescos instantáneos, comestibles imperecederos, carbón vegetal, productos de aseo personal, ropas e incluso algunos equipos electrodomésticos. Todo fue juntado en tiempo récord, bajo la coordinación de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el Gobierno local.
Cada día, niños heridos y embarazadas, han sido trasladados en helicóptero hasta la capital de la provincia Guantánamo, ante la urgencia de salvar sus vidas y la de las criaturas por nacer.
La historia de Abraham Daniel González Fernández, el niño de 12 años que sobrevivió a las inundaciones sin precedentes en San Antonio del Sur, asociados al huracán Oscar, hasta su llegada al hospital, así lo confirma.
“Ahora voy camino a llevar unas pizzas, que pude comprar en laaaarga cola, a dos familias totalmente vulnerables. Después voy a cocinar un chicharrón verde y hacer mogolla de guineo para el poeta y para dos familias de trabajadores de la biblioteca. Es que las tiendas estaban desabastecidas cuando llegó el huracán, y tras los apagones, no había nada de alimentos cárnicos, después de tantos días sin corriente”. Cuenta vía telefónica Noe Perez, trabajadora de la cultura en Baracoa.
“A los derrumbes en la Farola, el colapso del puente en Imías y las dificultades para acceder a San Antonio, se suma que el camino por Moa está lleno de obstáculos, que están tratan de abrir para que llegue la avanzada de ‘los eléctricos’. La vianda está en el piso. Aquí la gente sale a vender unos boniatos y guineos, pero en dos o tres días no habrá nada. Intentamos resolver en el patio de una casa vecina, montamos un fogón con leña, para que todos pongan un poquito y llevarles un plato a las personas más necesitadas”.
“Ayer salí y fui a la casa de personalidades de la cultura, son personas mayores en desamparo. El que tenía algo ya no lo tiene; la situación es muy compleja, hay muchos techos en el piso, muchas madres que son cabezas de familia con necesidades, ahora la inflación y la adversidad las supera. Y los baracoesos son tan humildes y solidarios, que salimos de inmediato a las calles a recoger los escombros y a apoyarnos unos a otros”.
Al amanecer del 25 de octubre, continúan las lluvias intensas e inundaciones en Baracoa, con más de 148 milímetros de precipitaciones. El municipio aledaño de Moa, ubicado en el extremo este de la provincia de Holguín, también sufre el impacto climatológico, con un acumulado de 174 milímetros hasta las siete de la mañana de este viernes.
Apagón y Bloqueo
Muy comentada en redes sociales y prensa digital, ha sido la crisis actual que lastima al pueblo de Cuba. Nos quedamos con estas ilustrativas palabras.
Con excepción de“Israel sobre el pueblo palestino, ningún país has sido tan sistemática y duraderamente sádico con la población civil como Estados Unidos en su embate contra los cubanos. El sufrimiento humano y el despojo de toda perspectiva de vida digna en su propia tierra, son el testimonio del total desprecio de la clase política estadunidense hacia el bienestar de las personas y la libertad en nombre de la que hablan”, culmina el artículo del diario La Jornada, “Cuba: Apagón y Bloqueo”.
Autor: Rosa María Fernández