Al presidente Biden se le vio lento en las respuestas contra Trump en un debate de pocas propuestas concretas.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se midieron este jueves en un cara a cara en el que ambos se consideraron con capacidad de cambiar el rumbo de las presidenciales de noviembre próximo, ocasión en que el candidato republicano se mostró más agresivo y al demócrata le costó hilar mensajes y apareció dubitativo y con problemas de voz.

El encuentro se desarrolló sin público, sin el apoyo de notas previas y de los asesores, y sin posibilidad de réplica en caso de no tener asignado el turno de palabra, lo que propició un debate sin interrupciones.

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Donald Trump, primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser condenado por un delito penal, dijo que respetaría el resultado de las elecciones del 5 de noviembre «solo si son justas, legales y buenas».

En ese caso aceptará dicho resultado «sin duda», dijo en su primer debate Trump, quien tiene abiertos otros tres juicios penales, entre ellos dos por intentar revertir los resultados de los anteriores comicios.

According to Trump, Biden isn’t genocidal enough. And also he’s a “bad Palestinian”. Truly, you’re both just bad human beings. America is screwed. #DebateNight pic.twitter.com/91cqrdzRg8

— Dr. Omar Suleiman (@omarsuleiman504) June 28, 2024

Según Biden, «nunca he escuchado tantas tonterías» cuando Trump se quejó de que la reputación de Estados Unidos bajo el mandato del demócrata haya pasado a ser lo que denominó «horrible».

En ese mismo sentido, Trump atacó con fuerza la política económica de Biden, pero respondió a las preguntas de los moderadores con evasivas e imprecisiones o desinformación en temas como la economía o la inmigración.

No obstate, Biden defendió su gestión tanto económica como migratoria en comparación con la de su antecesor: «La pandemia fue tan mal manejada que mucha gente murió (…) La economía colapsó. No había empleos. La tasa de desempleo aumentó al 15 por ciento, fue terrible. Lo que tuvimos que hacer fue intentar recomponer las cosas nuevamente».

Biden y Trump se habían enfrentado por última vez en septiembre y octubre de 2020, en el marco de la campaña de las presidenciales que llevaron al demócrata a la Casa Blanca en 2021.

Trump acusó a Biden de haber convertido el país en un «nido de ratas» al no poner freno a la entrada de lo que llamó «criminales» al referirse a los migrantes. En una reiteración de mensajes ofrecidos durante sus mítines, el republicano llegó a acusar a los migrantes de «estar matando a los estadounidenses», mientras que el presidente tachó de «ridícula» esa afirmación, que no se sustenta con cifras.

Según Biden, votar por Trump es «votar contra la democracia» y según Trump, que Biden siga en el poder acabaría con Estados Unidos: «Si gana, nuestro país no tiene ninguna posibilidad. Probablemente no nos quede ningún país. Así de malo es. Es el peor de la historia. Si me dan otros cuatro años, yo seré el mejor».

Asimismo, Trump negó cualquier responsabilidad por su parte en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, a lo que Biden ripostó que no tiene las manos limpias ni en ese caso ni en los otros tres procesos penales que afronta.

No se escuchó la exposición de nuevas propuestas por parte de ninguno de los candidatos.

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