Yoon Suk-yeol fue transferido a la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios y pronto se abrirá una investigación completa contra el presidente destituido.

El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol fue detenido este miércoles, después de que el mandatario aceptará comparecer ante la oficina anticorrupción que lo investiga por la declaración fallida de la ley marcial en el país asiático.

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Según medios surcoreanos, la orden de arresto de Yoon Suk-yeol se ejecutó a las 10H33 por parte de funcionarios de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO por sus siglas en inglés).

Yoon fue transferido a la CIO y pronto se abrirá una investigación completa contra el presidente destituido, acusado de liderar un intento de insurrección a inicios de diciembre del 2024.

Previamente se informó que la policía y agentes anticorrupción surcoreanos recibieron el aval de una unidad militar que custodiaba a Yoon Suk Yeol para entrar a la residencia presidencial con el fin de ejecutar el arresto.

Sin embargo, poco después de la autorización, el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS) refutó el anuncio, afirmando que no tenía autoridad para permitir el acceso a la residencia presidencial.

De esta forma, Yoon se convierte en el primer presidente surcoreano, aunque apartado, en afrontar un arresto.

La operación para detener a Yoon Suk-yeol se vio obstaculizada por los intentos de los militares y del servicio de seguridad de impedir el paso a los investigadores, mediante el levantamiento de barricadas con vehículos y otros métodos, que acabaron siendo superadas con ayuda de escaleras y mediante negociaciones.

La apertura del juicio de destitución de Yoon Suk-yeol en el Tribunal Constitucional de Corea del Sur se aplazó el martes pasado porque no se presentó a la primera audiencia formal.

El presidente destituido enfrenta una investigación penal por la imposición fallida de la ley marcial, tras repetidos enfrentamientos con la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.

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