Las fuerzas sionistas también han secuestrado a unas 2.300 personas, incluidos 65 miembros del personal médico.

El director general del Ministerio de Sanidad en Gaza, Munir al-Barsh, ha calificado de “infierno” la situación en el norte de la Franja, que lleva 100 días bajo una ofensiva terrestre y un asedio israelí constante, y añadió que los hospitales en el enclave “se han convertido en fosas comunes”.

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«La situación es literalmente como el infierno», dijo Al-Barsh el domingo, refiriéndose a los ataques israelíes diarios y la prohibición del Ejército sionista de entregar alimentos al personal médico atrapado en los hospitales del norte.

De acuerdo al funcionario, 5.000 personas han muerto o desaparecido, mientras que otras 9.500 han resultado heridas desde el inicio de la ofensiva israelí en el norte de Gaza a principios de octubre de 2024. Asimismo, las fuerzas sionistas han secuestrado a unas 2.300 personas, incluidos 65 miembros del personal médico.

Ejemplo del genocidio del Ejército israelí en el enclave, principalmente hacia la infraestructura y el personal sanitarios, es la condena realizada el pasado domingo por el hospital Al-Awda de Jabalia, que cumple 100 días bajo una intensa campaña de las tropas enemigas, al sufrir desde el miércoles un asedio con varios ataques contra sus instalaciones.

El centro fue declarado fuera de servicio por el Gobierno de la Franja el pasado 24 de diciembre, junto a los hospitales Kamal Adwan e Indonesio; sin embargo, el centro sanitario aún alberga a más de 30 pacientes que siguen recibiendo tratamiento.

Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas publicó en un informe que la primera gran operación del Ejército israelí contra un hospital tuvo lugar en el Complejo Médico Al Shifa en noviembre de 2023. En marzo de 2024, asaltó por segunda vez las instalaciones, que quedaron completamente en ruinas el 1 de abril.

Tras la retirada del Ejército del centro sanitario se encontraron tres fosas comunes en el hospital, de las que se recuperaron al menos 80 cadáveres.

Según los informes, algunos de estos cadáveres se encontraron con catéteres y cánulas aún adheridos, lo que sugiere que habían sido pacientes y sí se había cometido un crimen de derecho internacional.

En este sentido, Al-Barsh criticó el “vergonzoso” silencio de la comunidad internacional ante las atrocidades de Israel, que según él ha “profundizado el sufrimiento de civiles inocentes”.

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