Las Fuerzas Armadas de Rusia liberaron completamente la provincia de Kursk, invadida por el ejército ucraniano el 6 de agosto pasado, y derrotaron el intento del régimen de Kiev de crear una cabeza de playa estratégica, frustrar la operación militar especial rusa en el Donbás y obtener una moneda de cambio para fortalecer su posición ante una eventual negociación de paz.

El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió este sábado un reporte detallado de la operación de parte del jefe del Estado Mayor de las FF.AA., general Valery Guerasimov. Tras escuchar el informe, el jefe de Estado felicitó a todos los combatientes y comandantes por la victoria y les agradeció su valentía y servicios a la patria.

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Guerasimov trasmitió a Putin que la aventura de Ucrania en Kursk fracasó y que la liberación de la región acerca el fin del régimen neonazi de Volodimir Zelenski. Los objetivos estratégicos de Kiev fueron derrotados, afirmó el alto mando militar.

Detalló que las FF.AA. ucranianas sufrieron enormes pérdidas en efectivos -en unidades especiales y de asalto, con fuerte preparación- y en equipamiento, incluso medios de procedencia occidental. Según el Ministerio de Defensa, Ucrania tuvo más de 76.000 soldados muertos y heridos.

Además, perdió 405 tanques, 331 vehículos de combate de infantería, 300 vehículos blindados de transporte de personal, 2.260 vehículos blindados de otro tipo, 595 piezas de artillería y 53 lanzamisiles múltiples, incluidos 13 Himars y 7 MLRS (de fabricación estadounidense), entre otros equipos.

Destacó la resiliencia, el coraje y el heroísmo de los combatientes de Corea del Norte que brindaron una ayuda importante -dijo- en la operación de Kursk, quienes acudieron de conformidad con el acuerdo de asociación estratégica entre ambas naciones.

Agregó que los militares rusos crean una zona de seguridad en la región ucraniana de Sumy (fronteriza), donde ya liberaron cuatro poblados y controlan más de 90 kilómetros cuadrados. Putin concedió una importancia clave a la creación de esta área de seguridad.

En paralelo, las FF.AA. rusas liberaron este sábado además la localidad de Popovka, en la provincia de Bélgorod, limítrofe con Ucrania, donde concluyó la eliminación de grupos de sabotaje ucranianos y está limpiando los bosques aledaños de efectivos ucranianos.

A juicio de Putin, Zelenski trató en vano de extender las hostilidades en Kursk para no levantar la ley marcial impuesta en Ucrania y no convocar a elecciones presidenciales. «Por eso no les interesa un alto el fuego«, aseguró.

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