En el mismo lugar donde fue asesinado hace 45 años por un francotirador de los Escuadrones de la Muerte, se llevó a cabo el lunes una ceremonia religiosa en honor al monseñor Óscar Arnulfo Romero, actualmente conocido como San Romero.

LEA TAMBIÉN:

Venezuela se movilizará en defensa de los migrantes secuestrados en El Salvador

Armando Márquez, un seguidor de San Romero, compartió con él numerosas vivencias que, tras su fallecimiento, plasmó en siete libros. “Es un libro algo voluminoso porque Jesucristo fue el centro de la vida de Monseñor Romero, la razón de su vida fue Jesús”, comentó.

“Hasta el último segundo de su vida que murió aquí en el altar, en el hospitalito, este lugar sagrado en donde ahora estamos celebrando sus 45 años”, agregó Márquez.

Cientos de devotos de Óscar Arnulfo Romero se unieron a una peregrinación por las vías de San Salvador para venerar el recuerdo del obispo mártir, mientras que varios afirman que la declaración de San Romero continúa siendo relevante en la situación actual que atraviesa el país.

Benjamín Cuellar, defensor de los derechos humanos expresó que “no es que ahorita los soldados estén matando masivamente como en aquel tiempo, pero están matando. La gente está muriendo en las cárceles, o sea, vamos camino a lo que a Monseñor Romero le tocó pastorear, un país en preguerra”.

A la perenigración de los conocidos romeristas, en esta ocasión, el movimiento popular se unió para expresar sus exigencias. Por ejemplo, los parientes de los reclusos bajo el régimen de excepción solicitaron la liberación de los inocentes, mientras que los defensores del medio ambiente rechazaron la normativa de minería de metales.

Neftalí Ruiz, sacerdote católico subrayó: “Por eso estamos nuevamente aquí, también trayendo hacia el pueblo salvadoreño, recordando nuevamente que Monseñor Romero se opusiera nuevamente también a estos proyectos que traen muerte, que traen destrucción. Por eso no podemos dejar a un lado su memoria y su legado en esta lucha contra la minería metálica”.

Marisela Ramírez, dirigente del Bloque de Resistencia y Rebeldía lo dejó claro: “Nosotros y nosotras desde los movimientos populares no podemos recordar a Monseñor Romero si no denunciamos lo que ocurre ahora en nuestro país”.

Por esta razón, se utilizó la fecha para solicitar la liberación de los 238 migrantes venezolanos que siguen reclusos en el Centro para el Confinamiento para el terrorismo, a pesar de no haber incurrido en ningún crimen en este país.

Miguel Escobar, líder del Movimiento Sindical comentó que: “Monseñor Romero estaría indignado, estaría igual que nosotros, denunciando esta atroz violación a los derechos humanos. Y le enviaría un mensaje de solidaridad a la familia y le pediría al gobierno de El Salvador que respete los derechos humanos y la seguridad de los compañeros venezolanos”.

Entre tanto, en el mausoleo donde se encuentran los restos del monseñor Óscar Arnulfo Romero en la Catedral de San Salvador, miles de creyentes se congregaron para rendir homenaje al conocido como San Romero de América.

EN ESTA NOTA: