El último Vegabajeño

“La Copa Rota” que disfrutan los de las nuevas generaciones en la interpretación del argentino Andrés Calamaro, es un tema de Benito de Jesús.


27 de junio de 2024 Hora: 15:30

El Trío Vegabajeño fue el primero en grabar el temazo del también boricua Noel Estrada, “En mi viejo San Juan”.

Estábamos culminando un trabajo dedicado al periodismo cuando fuimos sacudidos por un correo amigo desde Puerto Rico: “Acaba de fallecer Benito de Jesús”.

Sabemos que de periodismo se escribe mucho, pero no de Benito de Jesús, el extraordinario músico que incluso alimenta muchas páginas de espectáculos y cancioneros sin que se sepa a conciencia en torno a este borincano y su obra.

“La Copa Rota” que disfrutan los de las nuevas generaciones en la interpretación del argentino Andrés Calamaro, es un tema de Benito de Jesús. Antes la vivimos intensamente con José Feliciano. (Mozo/ sírveme en la copa rota/ quiero sangrar gota a gota/ el veneno de su amor…)

“Nuestro Juramento”, dedicada por el autor a su esposa, Gloria, hizo llorar a unos cuantos en la voz juvenil de Charlie Zaa, y es un tema de Benito de Jesús que cantamos millones siguiendo las voces de Olimpo Cárdenas y Julio Jaramillo. (No puedo verte triste/ porque me mata/ tu carita de pena/mi dulce amor…) De hecho a Jaramillo terminaron llamándolo Míster Juramento.

La Copa Rota

“Sigamos pecando”, aquel tema interpretado tan bien por los chilenos hermanos Arriagada, es de Benito de Jesús. (Olvida aquel instante/ en que con tanto miedo/ te dije temeroso/ que había/ que renunciar…)

“Vuelve”, tan cantada por todos los tríos románticos caribeños, es de Benito de Jesús. (Vuelve / olvida este rencor / matemos el dolor /que nos está matando…)

“Cantares de Navidad” tema sin el que no hay fin de año posible en estos predios, sobre todo por la legendaria versión del inolvidable Cheo García con Billo Frómeta, es también de Benito de Jesús. (Navidad que vuelve/ tradición del año/ unos van alegres/ otros van llorando…).

Y así muchos más temas. Por eso, por hacer periodismo dejamos de escribir acerca de él para escribir e informar acerca de protagonistas que el periodismo debe tener muy en cuenta, sobre todo en el campo de la cultura y la música. Bien lo merece este borincano, Benito de Jesús, quien por fortuna partió desde la tierra que le vio nacer.

Había nacido el 25 de octubre de 1912 en el poblado de Barceloneta, bastante cerca del Atlántico, en la costa norte de la Isla del Encanto, y desde pequeño cantó y cantó sabroso. Tanto que alcanzó precozmente un excelente lugar en los programas radiales en vivo de su tierra. Pudo estudiar hasta el octavo grado, aunque su inclinación por la guitarra, el cuatro puertorriqueño y la poética hacían pensar en otros estadios de formación.

Benito estuvo durante un buen tiempo cantando en grupos, y tocando la guitarra hasta que conoció a esa otra gloria de la música borincana, Fernando Álvarez Longa, quien además de buen músico era estudioso y visionario. Fue Álvarez Longa quien introdujo la tercera voz y la utilización del requinto en la música romántica boricua, algo que sí tenía México. Los tríos eran hasta ese momento en Puerto Rico, conformados por dos voces y una guitarra. Ese formato fue revolucionado por Álvarez Longa.

En 1940 Álvarez Longa llegó a la Unidad de Servicios Especiales del Ejército Norteamericano y fue asignado al Campamento Tortuguero, en el poblado de Vega Baja, el mismo donde había nacido el 6 de mayo de 1914. Allí formó una trilogía original con Octavio González en la segunda voz y guitarra y Benito De Jesús Negrón en la tercera voz y la primera guitarra. Fernando era la primera voz. Aunque durante sus primeros tiempos el grupo se identificaba, sencillamente, como Fernandito Álvarez y su Trío, durante una presentación en 1943 en la audición radial “Tribuna del arte”, que conducía Rafael Quiñones Vidal, este afamado locutor les cambió el nombre dándoles el que los marcaría para siempre: El Trío Vegabajeño, de Vuelta Baja. Se convirtió en el Trío Nacional de Puerto Rico.

La Fundación Nacional para la Cultura Popular de Puerto Rico señala: “En 1945 el ejército norteamericano reclutó a Octavio González y su lugar lo ocupó un extraordinario cantante y compositor de Humacao: Pepito Maduro. Fue este trío, compuesto por Fernandito Alvarez, Pepito Maduro y Benito de Jesús, el que estableció en Puerto Rico la modalidad de cantar a tres voces. Ellos grabaron por primera vez, a tres voces, en 1946. Estas primeras grabaciones – «Lucerito de plata», «El amor del jibarito», «Fichas negras» y «En mi Viejo San Juan» – sentaron la tónica de una nueva escuela de voces: la Escuela del Vegabajeño”. Álvarez, Maduro y Benito de Jesús estarían juntos mas de 23 años, hasta que el grupo se disolvió en 1967. En la primera etapa Pepito hizo muchos temas y luego fue Benito quién sorprendió al mundo.

En mi viejo San Juan

El Trío Vegabajeño fue el primero en grabar el temazo del también boricua Noel Estrada, “En mi viejo San Juan”. El sello disquero RCA no quería el tema de Estrada por considerarlo regionalista, pero los integrantes del Vegabajeño dijeron que si no lo incluían no grabarían nada con la RCA. El detalle habla del amor por la tierra y del afecto por la obra de Noel Estrada, otro no suficientemente estudiado en estos tiempos.

Aunque eran un Trío aparecían cuatro en las fotos, por aquello del requinto incorporado por Álvarez a la agrupación.

A pesar de haber efectuado algunas giras internacionales el Trío Vegabajeño fue más bien muy borincano. Sus más completas presentaciones y giras las hacían en su propio territorio. Detalle para la historia. Algo similar pasó con la afamada orquesta Chepín Choven de Santiago de Cuba, que no salió de su isla no por falta de oportunidades sino por querencia con la tierra natal y su público natural.

Nuestro juramento

Así lo contó al diario Primera Hora: “De los artistas a la gente le gusta estar hablando. Cuando salía para San Juan ella (su esposa Gloria) me daba un beso antes de irme. Un día la noté un poco triste, porque le habían llevado un cuento de que yo andaba con alguien, y cuando me despedí, ella quiso repeler el beso. Eso hizo que yo me fuera triste también. Cuando venía de camino en el carro la primera frase que me salió fue: ‘No puedo verte triste porque me mata… Una vez en casa le dije que le iba a componer un tema y se lo comencé a cantar. Se me tiró encima a llorar y lloramos los dos”.

Benito de Jesús fue el último Vegabajeño. Falleció el 24 de junio de 2010 en horas de la tarde por complicaciones propias de su edad. Tenía 98 años. Fue sepultado en su pueblo natal, Barceloneta.
Hay una deuda caribeña con este inmenso compositor y músico puertorriqueño que ha hecho aportes sustanciales a la creación musical de esta parte del mundo.

Uno de los homenajes que podemos rendirle es rectificar la autoría de sus piezas, algo que pasa con muchos creadores. No es difícil encontrar en todas partes La Copa Rota de Calamaro, o Nuestro Juramento de Jaramillo, o Cantares de Navidad de Billo Frómeta, o Vuelve de Los Panchos. Si logramos perseverar en la pelea diaria de recomponer la historia musical como continente, estaremos haciendo un favor a los creadores, un guiño particular a Benito de Jesús y una buena reivindicación al pueblo y al periodismo, del que se supone debe estar comprometido con la verdad, sin alienación, y sin comillas.

La Vuelta Baja sigue guardando el luto y recordando con honores al Trío Vegabajeño, gloria de la música popular puertorriqueña, del Caribe y de Latinoamérica y a su compositor estrella, Benito de Jesús.

Autor: teleSUR - Lil Rodríguez

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