Según fuentes oficiales, se espera retomar las conversaciones en enero de 2025.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) dio a conocer la implementación de un cese al fuego unilateral en todo el territorio colombiano, efectivo desde las 00:00 horas del 23 de diciembre hasta las 00:00 horas del 3 de enero de 2025. Este gesto ha sido recibido como una señal esperanzadora y alentadora en el marco de los esfuerzos por alcanzar una paz duradera en el país.

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El gobierno nacional y representantes del ELN reanudaron diálogos después de cinco meses de inactividad, retomando la mesa de negociaciones en noviembre pasado en Venezuela. Los esfuerzos continúan con miras a normalizar el proceso y avanzar en la agenda para el próximo año. Según fuentes oficiales, se espera retomar las conversaciones en enero de 2025, consolidando los puntos clave que podrían llevar al tan anhelado fin del conflicto armado.

Diversas organizaciones sociales, liderazgos territoriales y comunidades han saludado el gesto del ELN, destacando el impacto positivo que este tendrá en las zonas rurales del país. Sin embargo, recalcan la necesidad de acciones gubernamentales más concretas para desarticular el paramilitarismo, una problemática persistente que continúa cobrando vidas en las regiones más vulnerables.

“Las comunidades hemos planteado la urgencia de desmilitarizar los territorios y que el Estado colombiano tome medidas efectivas para desmontar el paramilitarismo, que históricamente ha sido parte de la estrategia de seguridad nacional”, señalaron representantes de movimientos sociales. Estas medidas, consideran, serían un complemento crucial para consolidar el camino hacia la paz total.

Analistas y sectores de la sociedad civil coinciden en que el momento actual es decisivo. Hacen un llamado para que se mantenga lo logrado hasta ahora y se asuman las transformaciones necesarias que el país requiere. Asimismo, instan a aprovechar la temporada festiva para reforzar el clamor nacional por la paz y retomar con fuerza los diálogos en 2025.

El anuncio del cese al fuego unilateral es visto como un gesto significativo del ELN, que, bajo el actual gobierno, ha avanzado en el desarrollo de acuerdos y en la inclusión de la sociedad civil en las negociaciones. Aunque el camino hacia la paz sigue siendo largo y complejo, la tregua ofrece una oportunidad única para fortalecer los esfuerzos por poner fin al conflicto armado que ha marcado a Colombia por décadas.

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