Según el Gobierno brasileño, el trabajo esclavo puede estar presente en diversos entornos, incluidos hogares y condominios, y enfatizó que la sociedad brasileña repudia firmemente esta práctica

Durante el año pasado, Brasil rescató a un total de 2.004 trabajadores que se encontraban en condiciones similares a la esclavitud, resultado de 1.035 acciones fiscales, según un informe publicado el miércoles (28) por el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE).

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Esta política de inspección cumple este año tres décadas, durante las cuales el país ha rescatado a 65.598 trabajadores en situaciones laborales infrahumanas. El fiscal Mateus Viana destacó que este es un número significativo de personas liberadas de condiciones laborales precarias y calificó la política como «exitosa».

Entre los datos del año 2024, Minas Gerais se destaca como el estado con mayor número de rescates, con 500 trabajadores recuperados. Le siguen São Paulo (467), Bahía (198), Goiás (155), Pernambuco (137) y Mato Grosso do Sul (105). Además, se rescataron 19 trabajadores en situaciones laborales degradantes en el ámbito doméstico a través de 22 acciones.

Viana subrayó que el trabajo esclavo puede estar presente en diversos entornos, incluidos hogares y condominios, y enfatizó que la sociedad brasileña repudia firmemente esta práctica. En cuanto a los sectores más afectados, la construcción fue el que más trabajadores rescató, con un total de 293, seguido por la agricultura del café (214), cebolla (194), preparación de tierras y cosecha (120) y horticultura (84).

El fiscal Luciano Aragão dos Santos, Coordinador Nacional de Lucha contra el Trabajo Esclavo del Ministerio Público de Trabajo (MPT), defendió que la supervisión ha sido efectiva para sacar a los trabajadores de estas situaciones, aunque reconoció que no es suficiente y que se deben tomar medidas preventivas.

La política pública de inspección laboral nació en 1995 gracias a la colaboración entre diversas instituciones y organizaciones civiles comprometidas con combatir la explotación laboral análoga a la esclavitud. Desde 2003, las acciones de inspección han resultado en más de R$ 155 millones pagados en indemnizaciones laborales a las víctimas.

Marcelo Gonçalves Campos, interventor fiscal del MTE, destacó que erradicar estos delitos es un desafío debido a sus raíces históricas. Recordó que Brasil vivió una larga historia de esclavitud clásica durante más de 300 años y que la abolición formal en 1888 coincidió con el inicio del trabajo esclavo ilegal. Resaltó que el Código Penal ya contemplaba este delito desde la década de 1940 porque existía una realidad social que lo justificaba.

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