En una continuación de su genocidio contra pueblos de Oriente Medio, la entidad sionista perpetró este sábado ataques contra decenas de aldeas situadas al sur de Líbano, con saldo de al menos siete personas asesinadas y 40 heridos.

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A través de un comunicado, el Ministerio de Salud detalló que cinco civiles fueron asesinados en la ciudad de Tulin, entre ellos una niña, y hubo 11 heridos a consecuencias de los bombardeos de la aviación y la artillería terrestre de la ocupación.

También murió una persona y diez resultaron lesionadas en Tiro, mientras se reportó un fallecido y cinco heridos en Al Qalila, precisó el Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública, adscrito al Ministerio.

Israel justificó la agresión y dijo que fue en represalia al lanzamiento desde el sur libanés de tres cohetes contra la ciudad de Metula, situada al norte de los territorios palestinos ocupados, no lejos de la frontera.

Atribuyó esta acción al movimiento de resistencia islámica libanesa Hezbolá, el cual manifestó que no tuvo vínculos con el ataque a Metula y que respeta los términos del acuerdo de alto el fuego firmado el 27 de noviembre pasado.

A través de una declaración, Hezbolá expresó que «las acusaciones del enemigo israelí son pretextos para justificar sus continuos ataques contra el Líbano, que no han cesado desde que se anunció el alto el fuego».

Asimismo, la milicia chií dejó claro que «apoya al Estado libanés al abordar esta peligrosa escalada sionista contra el Líbano». Desde noviembre a la fecha se han documentado más de mil violaciones del alto el fuego por el Estado sionista.

Autoridades libanesas rechazaron los bombardeos de los ocupantes israelíes, entre ellos el presidente Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam.

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