El Ministerio Público acusa a Romeo Vásquez, al exsubjefe Cervantes y al excomandante Puerto de «homicidio y lesiones graves».

A 16 años del golpe de Estado en Honduras, simpatizantes del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre) se manifestaron frente al tribunal de Tegucigalpa, donde se juzga al exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, y a dos militares por los homicidios ocurridos tras el derrocamiento de Manuel Zelaya.

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Entre las víctimas se encuentran Isis Obed Murillo, el primer mártir de las protestas, asesinado a los 19 años por un disparo en la cabeza, y Alex Roberto Zavala, acribillado junto a otros manifestantes pacíficos.

Silvia Mencías, madre de Isis Obed, portavoz de los familiares y amigos, exigió justicia por los caídos. «Necesitamos que se haga justicia por cada uno de ellos, por Isis Obed, porque fueron ejecutados; no murieron porque quisieron, murieron porque los asesinaron», denunció.

El Ministerio Público acusa a Romeo Vásquez, al exsubjefe Venancio Cervantes y al excomandante Carlos Roberto Puerto de «homicidio y lesiones graves», argumentando que su obligación era impedir el uso de munición real por sus subordinados.

Además, la Fiscalía solicita la recalificación de los delitos a  asesinato y tentativa de homicidio, respectivamente, considerando la acción deliberada.

Los tres generales, detenidos el domingo pasado, enfrentan una audiencia inicial en la que el juez determinará si continúa el proceso judicial o si son absueltos, según informó la portavoz del tribunal, Bárbara Castillo.

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