Estados Unidos y Rusia acordaron tomar en cuenta sus intereses comunes y avanzar en un diálogo constructivo, a pesar de la gran cantidad de temas pendientes acumulados no solo en los últimos tres años, sino también durante décadas de tensiones y desencuentros.

El asesor presidencial del Kremlin, Yuri Ushakov, quien participó en el encuentro junto con el canciller ruso, Serguéi Lavrov; informó que las recientes negociaciones entre Rusia y Estados Unidos se desarrollaron de manera fluida y sin contratiempos.

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Ushakov resaltó que durante las conversaciones se abordaron todos los temas con seriedad y profundidad, además, se logró un consenso para avanzar en las relaciones bilaterales.

Ushakov aclaró que es poco probable que la esperada reunión entre los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump se concrete la próxima semana. «Es difícil hablar de fechas concretas en este momento; se requiere un trabajo más estrecho y preparativo», explicó.

A pesar de ello, aseguró que Moscú y Washington trabajan activamente para crear las condiciones necesarias que permitan el encuentro entre los dos mandatarios en un futuro cercano. 

En otro aspecto de las negociaciones, Ushakov mencionó que equipos separados de ambas partes iniciarán contactos específicos sobre la situación en Ucrania en el momento adecuado. Este tema, que ha sido históricamente sensible entre ambas potencias, podría marcar un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales si se logran avances significativos. 

Ambas partes acordaron tener en cuenta los intereses de cada uno en posibles acuerdos. Estos intereses fueron expuestos durante la reunión.

Por parte de Rusia, las negociaciones contaron con la participación del canciller Sergei Lavrov, el propio Yuri Ushakov, y el director general del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev. Mientras, por el lado estadounidense, estuvieron presentes el Secretario de Estado, Marco Rubio, el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el enviado especial para Oriente Medio, Stephen Witkoff. 

Estas conversaciones representan un paso importante en el acercamiento entre ambas naciones, que han mantenido una relación compleja en los últimos años.

Aunque persisten numerosos desacuerdos, ambas partes expresaron su compromiso de retomar la racionalidad en sus relaciones y evitar cualquier escalada que pudiera derivar en un conflicto nuclear, priorizando así la estabilidad global y la seguridad mutua.

La negociaciones duraron cerca de cuatro horas y media, tras haberse iniciado a las 10H30, hora local.

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