El nuevo gobernador de Damasco (capital siria), Maher Marwan, quien fue designado en el cargo por el grupo armado terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS, antiguo Frente Al-Nusra), que a inicios de diciembre derrocó al Gobierno de Bashar Al-Assad, declaró que las autoridades de facto del país no tienen problemas con Israel y aspiran a establecer lazos cordiales con la entidad sionista.

LEA TAMBIÉN:

Tropas israelíes amenazan a residentes del sur de Siria y continúan la ocupación

En declaraciones a un medio estadounidense, Maher expresó que la coalición de grupos radicales que llegó al poder en esa nación de Oriente Medio no desean amenazar la seguridad de Israel.

«Israel puede haber sentido miedo, por lo que avanzó un poco, bombardeó un poco, etcétera«, suavizó el funcionario, quien pasó por alto que la ocupación invadió territorio sirio (controla cerca de 500 km cuadrados del suroeste del país), lanzó centenares de bombardeos contra instalaciones militares y depósitos de pertrechos bélicos tras la entrada del HTS en Damasco, y ocupa puestos avanzados en el Monte Hermón desde donde puede acceder a los distritos occidentales de Damasco.

Para justificar estas agresiones, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu expresó que no tienen nada en contra de Siria y que solo buscan que las armas almacenadas en los sitios bombardeados no cayesen en manos de terroristas.

Maher, quien procede del Gobierno de Salvación creado por el cabecilla del HTS, Abu Mohammad al-Julani, en la provincia de Idlib (noroeste), refirió: «No tenemos miedo de Israel y nuestro problema no es con Israel«.

Enfatizó: «No queremos entrometernos en nada que amenace la seguridad de Israel o de cualquier otro país. Existe un pueblo que quiere coexistencia, quiere paz, no quiere disputas«. Finalizó: «Queremos paz y no podemos oponernos a Israel ni a nadie».

Sus declaraciones se unen a los de otros exponentes del HTS que afirmaron que no desean problemas con la entidad sionista y culparon de los conflictos de antaño no a los crímenes del sionismo contra los pueblos árabes, sino a la presencia de militares de Irán o de milicianos del movimiento de resistencia libanesa Hezbolá, que ayudaban a Siria.

De acuerdo con el medio The Cradle, el antiguo Frente Al-Nusra colaboró con Tel Aviv durante las batallas de 2014 contra el Ejército Árabe Sirio y Hezbolá, cuando los terroristas intentaron controlar Quneitra y recibieron cobertura aérea de aviones israelíes.

Según este medio, los combatientes radicales heridos eran atendidos en hospitales de los Altos del Golán, territorio sirio ilegalmente ocupado por Israel. Más cercanas en el tiempo hay revelaciones sobre el apoyo brindado por la entidad sionista a HTS y otros grupos armados opuestos al Gobierno de Al-Assad.

De acuerdo con medios y expertos, las maniobras del HTS y las declaraciones conciliadoras de sus cabecillas respecto a Israel buscarían que EE.UU., Reino Unido y otras naciones occidentales reconozcan al grupo radical y le retiren la categoría de terrorista.

De hecho, autoridades de EE.UU. admitieron que podrían reconocer al Gobierno de facto y legitimarlo si este cumple ciertas condiciones.

EN ESTA NOTA: