Gobierno de Bolivia enfrenta crisis de combustible

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Los precios de los combustibles en Bolivia, estables por más de 19 años, han quedado muy por debajo de la media a nivel regional y para el sostenimiento de los mismos el Estado ha tenido que invertir cada vez mayor cantidad de recursos. Foto: EFE


11 de marzo de 2025 Hora: 15:49

El país con la gasolina entre las más económicas del continente busca solventar la escasez de diésel y sortear el alza de precios internacionales del petróleo. Ante este panorama, el gobierno de Luis Arce habilitó la importación de combustibles a empresarios y redireccionó los subsidios al sector.

Bolivia enfrenta una crisis en el suministro de combustibles, marcada por la escasez de diésel y el aumento de los precios internacionales del petróleo.

Este martes, dos de las principales vías de Santa Cruz permanecían bloqueadas desde el lunes como protesta a la escasez de diésel y amenazan con un paro para el próximo viernes. Los agricultores que protagonizan el reclamo exigen al Gobierno garantizar el suministro de combustible para evitar pérdidas en la cosecha de verano.

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A su vez, transportistas denuncian que solo entre el 35% y 40% del transporte urbano de la región está operando, mientras que el servicio intermunicipal e interdepartamental enfrenta una situación crítica, con apenas un 40% a 50% de operatividad.

Todo esto en un contexto de dificultades económicas, maniobras opositoras en un año electoral y la traba de muchas de las iniciativas del Ejecutivo por el parlamento boliviano. Aun así, el gobierno liderado por Luis Arce lleva adelante una batería de medidas con el fin de atender la situación que atraviesa el país en el corto y en el largo plazo.

El accionar del gobierno

Ante esta situación, el Gobierno nacional ha implementado una serie de medidas para garantizar el abastecimiento y evitar un mayor impacto en la población.

El ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro, confirmó el jueves pasado la venta de una cantidad no especificada de las 14,5 toneladas de oro que el Banco Central de Bolivia había comprado en 2024, específicamente con objetivo de servir de reserva.

La medida “no nos ha posibilitado probablemente, por el momento, incrementar el stock de reservas” pero sí permitió “que podamos comprar gasolina, comprar diésel”, explicó el funcionario.

A su vez, el presidente Luis Arce instruyó garantizar el combustible para el sector agrícola, para que desde el 10 de marzo «ingresará con más fuerza a la época de cosecha de granos», informó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón.

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Por otro lado, el ministro de Hidrocarburos informó que, como parte de las acciones para enfrentar la crisis, se ha procedido a la importación de combustibles desde países vecinos. Además, se han gestionado acuerdos internacionales para asegurar el suministro en el corto plazo.

También resaltó la habilitación de importaciones de combustible por privados. Según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, a la fecha son 44 empresas habilitadas para importar combustibles para consumo propio y 4 empresas están autorizadas para importar carburantes y comercializarlos.

Sin embargo, el ministro de mencionada cartera, Alejandro Gallardo, informó que “de estas 44 no hay un volumen muy significativo, el último mes importaron 2.000 metros cúbicos apenas», al tiempo que señaló que los mismos sectores que reclaman la liberalización del combustible prefieren la compra de los mismos a precios subvencionados por el Estado.

Factores detrás de la crisis

Entre las situaciones que provocan la actual crisis de abastecimiento de combustibles, el ministro Gallardo señaló el “estrangulamiento de la Asamblea Legislativa”, que no aprueba créditos de financiamiento externo por más de 1.667 millones de dólares.

«Llevamos 26 meses con financiamientos estrangulados en la Asamblea. Somos como un avión que volamos con una sola ala», lamentó Gallardo, en alusión a los préstamos externos paralizados por un Legislativo en el cual el oficialismo perdió la mayoría debido a la escisión del partido de gobierno, el MAS-IPSP, liderada por el expresidente Evo Morales.

Por otro lado, la crisis de combustibles en Bolivia se enmarca en un contexto global caracterizado por el alza de los precios del petróleo y las tensiones en los mercados internacionales. A esto se suman factores internos, como la limitada capacidad de refinación del país y el aumento de la demanda interna de combustibles.

En declaraciones recientes, el ministro de Hidrocarburos señaló que «la situación es compleja, pero estamos trabajando para garantizar que los bolivianos no sufran desabastecimiento». También mencionó que se están evaluando alternativas para diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

El gobierno ha anunciado que, además de las medidas inmediatas, se están desarrollando planes a largo plazo para evitar futuras crisis. Entre estas iniciativas se encuentran la inversión en infraestructura de refinación, la promoción de energías renovables y la diversificación de las fuentes de energía.

También se están explorando alianzas estratégicas con otros países para fortalecer la seguridad energética del país. Estas acciones forman parte de una estrategia integral que busca garantizar el abastecimiento de combustibles a mediano y largo plazo.

Autor: teleSUR - NH

Fuente: ABI - YPFB - Bolivia TV - Agencias