Grasaca produce aceite y empleo en Anzoátegui, Venezuela

La empresa da empleo a unas 160 personas de la zona de Anzoátegui, en el noreste de Venezuela. Foto: Captura de pantalla.


19 de julio de 2024 Hora: 02:49

En Venezuela hay miles de empresarios solidarios y conscientes que siguen adelante en su visión de producir y aportar al desarrollo del país.

Empresarios venezolanos que decidieron no abandonar el país en momentos difíciles están aportando a la generación de alimentos y son una fuente de empleo, que contribuye al desarrollo del país.

En la ciudad de Barcelona en el estado nororiental Anzoátegui, opera desde hace 25 años la fábrica de aceite comestible, Grasas San Carlos, Grasaca, que elabora tres marcas del producto que abastece el mercado nacional.

Agrocultivos en el corazón del barrio

Es una de las más reconocidas empresas venezolanas, dedicada a la producción, procesamiento, refinación, envasado y comercialización de aceite de soya, aceites vegetales y grasas de origen vegetal. 

Mientras muchas industrias cerraron operaciones y sus propietarios salieron del país, en tiempos de pandemia, bloqueos y crisis política estos industriales resistieron, se reinventaron y ahora es la única planta procesadora en la zona.

“Aquí nosotros trabajamos sin ningún tipo de problemas, las ganas de trabajar nos sobran que es lo más importante y subsistimos a la época más difícil que fueron los bloqueos y también a la época de pandemia, sin embargo, el personal estuvo aquí al pie del cañón cumpliendo las medidas de seguridad, con tapabocas, pero produciendo para el pueblo de Venezuela que es lo que nosotros hacemos, garantizar la soberanía alimentaria del país”, afirma María Davaus, ejecutiva de la empresa.

La materia prima la importan de Brasil y Bolivia y a diario se producen 12 mil cajas que contienen 12 unidades cada una y en su planta de producción dan empleo a unas 160 personas de la zona.

Poseen maquinaria de moderna tecnología y trabajan bajo estrictas normas de calidad, seguridad e higiene y constantemente son inspeccionados por las autoridades para verificar los estándares.

Quienes están al frente de la empresa afirman que contrario a lo que se dice de Venezuela, empresas como estas demuestran otra realidad.

Karla Rodríguez, por ejemplo, se graduó como ingeniera en procesos químicos y estuvo a punto de emigrar, pero buscó y encontró en su tierra un empleo. Ahora es la responsable del control de calidad de la empresa y dice que para salir adelante no se necesita dejar su tierra y abandonar a la familia.

“En Venezuela hay trabajo, hay lugares en donde subsistir, es lo importante donde tener el pan de cada día y este es un ejemplo, cien por ciento un ejemplo. Yo estuve a punto de salir del país y gracias a Dios se me abrió la puerta teniendo un año de graduada, soy ingeniero en procesos químicos, me gradué en Cumaná y Grasaca me abrió las puertas y aquí sigo”, nos comentó.

En Venezuela hay miles de empresarios solidarios y conscientes que siguen adelante en su visión de producir y aportar al desarrollo del país.

Autor: teleSUR - Venezuela en Movimiento

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