Autoridades de la Guardia Revolucionaria explicaron que los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel y otras naciones hostiles han estado intentando infiltrarse en Irán bajo la apariencia de extranjeros y personas desplazadas.

En un esfuerzo para proteger la seguridad nacional, las fuerzas de inteligencia del Cuerpo de Guardianes de la Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán desmantelaron múltiples redes de espionaje vinculadas a Estados Unidos e Israel en la provincia norteña de Mazandaran.

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El brigadier general Siavash Moslemi, comandante del IRGC en la referida provincia, informó sobre la operación el miércoles, subrayando que esta acción no solo frustró amenazas significativas a la seguridad, sino que también evitó potenciales crisis dentro del país.

Moslemi explicó que los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel y otras naciones hostiles han intentado infiltrarse en Irán bajo la apariencia de extranjeros y personas desplazadas. Muchos de estos agentes operaban encubiertos como representantes de empresas comerciales, centros culturales y organizaciones benéficas, con el objetivo de recolectar datos clasificados y establecer redes de influencia en Irán.

Gracias a un monitoreo de inteligencia preciso, las fuerzas del IRGC lograron identificar y desmantelar estas células de espionaje. El general Moslemi destacó que la operación es un testimonio de la capacidad y la vigilancia de los servicios de seguridad iraníes.

En operaciones anteriores, las fuerzas de inteligencia del IRGC también han arrestado a miembros de redes de espionaje. En enero, se detuvo en la provincia suroccidental de Juzestán a individuos que estaban recopilando información sobre instalaciones sensibles para una agencia de espionaje extranjera.

Más tarde en diciembre, el IRGC arrestó a un individuo en la provincia noroccidental de Ardabil por su conexión con una agencia de espionaje de un país vecino. En otro incidente, el Ministerio de Inteligencia de Irán anunció que había desmantelado un grupo separatista vinculado al régimen israelí, que intentaba infiltrarse en Irán desde el Kurdistán iraquí para incitar disturbios callejeros y llevar a cabo asesinatos.

Durante esta operación, uno de los principales miembros del grupo separatista fue abatido, dos fueron arrestados y se confiscó su arsenal.

Este conjunto de operaciones resalta la continua lucha de Irán contra las amenazas extranjeras y su compromiso con la seguridad nacional. Las autoridades iraníes han reiterado su determinación para contrarrestar cualquier intento de espionaje e infiltración por parte de servicios de inteligencia hostiles.

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