Hugo Chávez: A 26 años de la transformación que redefinió Venezuela

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Hoy, tras 26 años, es indudable que aquel 2 de febrero de 1999, cuando un comandante de boina roja juró ante «una Constitución moribunda», Venezuela inició un camino sin retorno. Foto: Archivo.


2 de febrero de 2025 Hora: 12:16

El 2 de febrero de 1999, Hugo Chávez Frías, juramentó como presidente de Venezuela. Su llegada al poder marcó el inicio de la «Quinta República», un proyecto político que prometía rescatar al país de las sombras del Pacto de Punto Fijo (1958-1998), responsable de desviar la renta petrolera hacia élites y sumir a la población en la pobreza. El Comandante Chávez, quien había ganado las elecciones del 6 de diciembre de 1998 con el 56,20 por ciento de los votos, no solo encarnaba un cambio de gobierno, sino una refundación histórica.

El contexto era desolador ya que había 45 por ciento de pobreza, desempleo entre el 11 y 20 por ciento, y un déficit de vivienda que superaba el millón y medio de hogares. En su discurso de toma de posesión, Chávez, con la Constitución de 1961 en mano, declaró: «Juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución haré cumplir, impulsar las transformaciones democráticas para que la República nueva tenga una carta magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro». La promesa no era retórica vacía.

Su primer acto fue convocar un referendo el 25 de abril de 1999 para crear una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que obtuvo un respaldo del 80 por ciento. La ANC, impulsada por los revolucionarios, redactó una nueva Constitución con una participación amplia de todos los sectores de la vida nacional. Fue probada el 15 de diciembre de 1999 con el 71,78% de los votos. El texto consagró la «democracia participativa y protagónica», transfiriendo poder al pueblo mediante mecanismos como referendos revocatorios.

El proyecto bolivariano no se detuvo ahí. El 30 de julio de 2000, en unas elecciones anticipadas, Chávez revalidó su mandato con el 59,76% de los votos, mientras su coalición arrasó en la Asamblea Nacional. Para entonces, la ANC —ya disuelta— había cumplido su rol: enterrar el sistema bipartidista de Acción Democrática (AD) y Copei, partidos señalados como responsables de la crisis estructural.

La revolución se nutría del descontento acumulado. En los años 80, el «paquetazo neoliberal» de Carlos Andrés Pérez, alineado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), había desatado el Caracazo (1989), una insurrección popular reprimida con violencia represiva. Chávez, entonces un joven teniente coronel, intentó una rebelión en 1992, fracasó, pero se convirtió en símbolo de resistencia.

En 2003, el gobierno lanzó las Misiones Bolivarianas, programas sociales masivos financiados por el Estado. Barrio Adentro (salud), Robinson (alfabetización) y Mercal (alimentación) buscaron paliar la desigualdad. Según cifras oficiales, la pobreza se redujo al 27,8% en 2010.

Es en este andar que la Revolución Bolivariana redefinió Venezuela. La Constitución de 1999 amplió derechos sociales, modelando una nueva concepción de poder. Para el pueblo, Chávez devolvió la dignidad a los excluidos y sembró la semilla en las bases populares para la construcción del Estado comunal.

Hoy, tras 26 años, es indudable que aquel 2 de febrero de 1999, cuando un comandante de boina roja juró ante «una Constitución moribunda», Venezuela inició un camino sin retorno. La Quinta República, con sus luces, sigue siendo un espejo de las esperanzas de un pueblo que creyó y logró el cambio.

Autor: teleSUR - DRB - BCB

Fuente: teleSUR