Informe teleSUR: La política exterior de Javier Milei y la elección del hiper-occidentalismo
Javier Milei ha manifestado abiertamente su admiración por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y celebró como propia la victoria del candidato republicano en las últimas elecciones. Foto: EFE
24 de diciembre de 2024 Hora: 13:04
La estrategia internacional del gobierno de Javier Milei estuvo marcada en su primer año por el alineamiento total a Estados Unidos, un abandono de las relaciones con sus pares regionales y un rechazo a la cooperación con bloques emergentes como los BRICS.
La llegada de Javier Milei al poder en diciembre de 2023 marcó un giro a la política exterior argentina marcado por su total alineamiento con las políticas de Estados Unidos e Israel. Su enfoque, calificado por el analista Juan Tokatlián como «hiper-occidentalismo», ha redefinido las alianzas del país que, de no ser por el actual presidente, hubiera ingresado en el bloque de países emergentes con mayor proyección en la actualidad.
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Este giro forma parte lo que Tokatlián describe como una adopción radicalizada de parte de Milei de una postura que combina el acoplamiento, acomodamiento y «engagement» con Estados Unidos, pero sin exigir contraprestaciones.
Un hito de esta estrategia quedó evidenciada durante la visita de la generala Laura Richardson, del Comando Sur estadounidense, a Ushuaia, provincia de la que hacen parte las Islas Malvinas donde la OTAN mantiene una base colonial. Allí Milei declaró: “Nuestras alianzas deben estar ancladas en una visión común del mundo y en la defensa de los valores de Occidente”.
La senadora María Eugenia Duré, de la provincia de Tierra del Fuego de la cual Ushuaia es la capital, sin embargo hace foco en lo simbólico del izado de la bandera estadounidense en territorio austral: “Para los fueguinos, ver esa bandera fue un llanto colectivo. Richardson estuvo allí, y eso simboliza la entrega de un territorio clave en recursos naturales y económicos, sin obtener nada a cambio”, afirmó Duré.
De manera inversa, este subordinación a la política exterior definida por Washington implica un alejamiento de socios estratégicos para el país sudamericano. Para Eduardo Valdés, diputado y exembajador, “La antipolítica internacional que practica Argentina ha generado las peores relaciones con países indispensables para nuestra política exterior. Con Brasil, socio comercial clave, y con los BRICS, que representan el mundo que se viene, las relaciones están deterioradas.«
A su vez, el diputado marca la estrategia oficial de favorecer las importaciones en desmedro de la producción nacional como otras de las características de la política exterior argentina con un impacto directo en la pérdida de puestos de trabajo argentinos.
Musk
María Cristina Perceval, exrepresentante argentina ante la ONU, también destacó el impacto de esta política en el contexto global. “Ya no estamos hablando de disputas tradicionales entre Estados. Ahora jugamos con actores transnacionales que no quieren reglas de juego. Este gobierno parece ser el bufón de los opulentos”, declaró, en referencia a la subordinación hacia intereses extranjeros.
Una de las relaciones más publicitadas por el líder argentino es su vínculo con el magnate tecnológico, Elon Musk, quien en 2023 apoyó la campaña de Javier Milei.
Según apunta el medio argentino, El Destape, el presidente argentino anunció un nuevo Plan Nuclear Argentino, que apunta a la construcción por parte de empresas privadas del reactores modulares pequeños (SMR, por su sigla en inglés) que sean capaces de abastecer la demanda de energía de datacenters para el desarrollo de Inteligencia Artificial que podrían instalarse en la Patagonia, aprovechando las vastas extensiones inhabitadas y el clima frío.
La locación y alimentación energética de estos edificios dedicados a alojar enormes computadoras es uno de los cuellos de botella que encuentran los gigantes de Silicon Valley para profundizar el desarrollo de la IA. “El plan nuclear no parece un plan nuclear sino un pedido de Silicon Valley”, anotó el investigador del CONICET y experto en Relaciones Internacionales Bernabé Malacalza en su cuenta de bluesky. “El anuncio huele a Musk”, agregó.
La internacional de la derecha
El contexto mundial también juega un papel crucial. Rafael Bielsa, exministro de Relaciones Exteriores, advirtió que “es un momento muy especial para el mundo y nuestra región”. La consolidación de gobiernos conservadores en América Latina y Europa podría profundizar el aislamiento de Argentina en su propio continente. “Cuando Donald Trump regrese al poder, habrá varios mandatarios promoviendo el supremacismo y la polarización”, auguró Valdés.
Sin embargo, los gestos de subordinación hacia Washington no esperaron a la llegada de Trump a la Casa Blanca, y la Administración Milei decidió entregar a Estados Unidos un avión de bandera venezolana para su posterior desguace. La acción de enfrentamiento directo con uno de los líderes de referencia de la izquierda latinoamericana, Nicolás Maduro, además es utilizada como el mandatario argentino como una batalla simbólica para referenciarse en la derecha internacional.
A su vez y de forma contraria a la postura de neutralidad ante conflictos bélicos que ha caracterizado a Argentina, uno de los primeros países que visitó Milei fue Israel, país que protagoniza una invasión a la Franja de Gaza y que es señalado por múltiples foros internacionales como país perpetrador de un genocidio. Desde el Muro de los Lamentos, el jefe de Estado argentino prometió trasladar la embajada argentina a Jerusalén.
Esto también se manifiesta con el rechazo de Argentina a la cooperación en temas clave como los derechos humanos, el cambio climático y el desarrollo económico integrado. Esta postura contrasta con los esfuerzos realizados en las últimas décadas para fortalecer los lazos regionales y enfrentar desafíos compartidos, como la pobreza, la desigualdad y la crisis ambiental.
A su vez, la falta de participación activa en cumbres y foros como la CELAC o el Mercosur no solo debilita la posición de Argentina en la escena global, sino que también amenaza los avances logrados en la construcción de un bloque regional capaz de negociar colectivamente con potencias globales. Como resultado, los países de la región enfrentan el desafío de mantener la cohesión y la cooperación en un contexto donde uno de los principales actores se aísla deliberadamente.
Sin embargo, uno de los aspectos que también se destacan en la política exterior de Argentina bajo la gestión de Milei es la de romper con décadas de prudencia en el escenario internacional. Mientras que anteriores gobiernos evitaron involucrarse en conflictos internacionales para proteger la estabilidad interna, Milei ha optado por posicionarse de forma explícita en el bloque occidental liderado por Estados Unidos e Israel.
El realineamiento de Milei, inspirado en una lógica de «neoliberalismo periférico», no solo perpetúa una subordinación a los intereses de las potencias centrales, sino que también condena a Argentina a asumir riesgos desproporcionados en conflictos internacionales que no le son propios. Este enfoque se aleja de los principios históricos de neutralidad que caracterizaron la política exterior argentina en contextos de alta tensión global.
Autor: Nicolás Hernández - teleSUR
Fuente: El Destape, teleSUR, La Tinta, DiarioAr, Página12, IRI