La toma de posesión sucede cuando las bandas criminales ocupan el 70 por ciento de la capital caribeña.

Luego de dedicar un minuto de silencio a las víctimas de la violencia en la nación caribeña, Normil Rameau asumió el cargo de director de la Policía Nacional Haitiana, con la promesa de restablecer el orden y acabar con la crisis de violencia a nivel de bandas en el país.

“La fuerza de la ley silenciará la arrogancia y el terror de las bandas armadas criminales. Serán neutralizadas y desmanteladas», aseguró Rameau como parte de su discurso. En sus palabras, el nuevo jefe policial expresó su propósito de restaurar la reputación de la organismo.

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El acto de investidura, que tuvo lugar en Puerto Príncipe, contó con la presencia del nuevo primer ministro de Haití, Garry Conille, y del presidente del Consejo Presidencial de Transición (CPT), Edgard Leblanc Fils.

Durante su intervención, Normil Rameau se refirió a la trascendencia del apoyo gubernamental para hacer frente a las bandas armadas. Asimismo, insistió en la idea de ayudar al personal policial y a los familiares de los agentes fallecidos en prestación de servicios.

En tanto, el presidente del CPT, Edgard Leblanc Fils, aseguró que la toma de posesión llegó en un “momento decisivo” para el país. “El futuro de nuestro país es sombrío. Nuestros jóvenes están desanimados, han perdido la esperanza y abandonan el país”, afirmó. Además, señaló que las bandas ocupan más del 70 por ciento de la capital.

Previo a la ceremonia, el primer ministro, Garry Conille, asistió al funeral de tres policías de la Unidad Antipandillas, asesinado por delincuentes el pasado 9 de junio. La despedida se desarrolló en la Academia de Policía.

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