Las opciones de ataque por parte de Estados Unidos fueron presentadas por el asesor de seguridad, Jake Sullivan, al presidente saliente Joe Biden.

Este lunes, a través de su portavoz Esmail Baqai, la Cancillería iraní repudió las declaraciones del asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, acerca de un posible ataque contra las instalaciones nucleares iraníes.

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Las declaraciones de Sullivan fueron presentadas al saliente presidente, Joe Biden, como posible plan de acción en caso de que Irán avance en el desarrollo de armas nucleares antes del 20 de enero, fecha en que el demócrata abandonará la Casa Blanca.

El portavoz iraní, por su parte, avisó de que cualquier ataque contra la infraestructura nuclear persa sería una flagrante violación de los principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Desde el punto de vista legal, la amenaza de recurrir a la fuerza constituye una violación de la Carta de la ONU, y dicha amenaza contra instalaciones nucleares pacíficas se considera una amenaza a la paz y la seguridad internacionales. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe intervenir en estos casos y responsabilizar al gobierno de EE.UU.”, aseguró Baqai.

Igualmente, el diplomático iraní aseguró que cualquier agresión contra Teherán será una clara violación integral de su soberanía, lo cual es una línea roja.

“El pueblo de Irán ha demostrado que actuará con firmeza en la defensa de su soberanía nacional, integridad territorial y dignidad”, subrayó.

Irán ha repetido en varias ocasiones que los usos de su programa nuclear son puramente civiles, añadiendo que el desarrollo de armas de destrucción masiva, atómicas, no tienen cabida en su doctrina de Defensa.

Según un fatwa (decreto) realizado por el actual Ayatolá, Alí Khamenei, la República Islámica de Irán prohíbe la producción y uso de cualquier tipo de armamento nuclear y biológico.

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