Los desplazamientos han tenido lugar en los campos de refugiados de Yenín y de .

Al menos 30,000 palestinos se han visto obligados a abandonar sus hogares debido al asalto israelí en el norte de Cisjordania ocupada, que lleva ya unos 20 días, de acuerdos con reportes de autoridades y medios locales de comunicación.

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Los desplazados se verán obligados a buscar refugio en otras ciudades de la Cisjordania ocupada, ya que la destrucción provocada por el ataque israelí hace imposible su regreso.

Los acontecimientos han tenido lugar en el campo de refugiados de Yenín, donde se estima que 20.000 personas han sido desplazadas desde el inicio de la ofensiva israelí hace unos 20 días, según confirmó el gobernador de la zona, Mansour al-Saad.

Además del desplazamiento en Yenín, el campo de refugiados de Tulkarem también ha sufrido desalojos, ya sea bajo amenazas de violencia o coerción, tal como lo confirmó el gobernador de la ciudad.

Asimismo, Ahmad al-As’ad, gobernador de Tubas y del norte del valle del Jordán, informó que la agresión israelí ha obligado a 4,000 palestinos a abandonar la ciudad de Tammun.

Además de los asaltos, las fuerzas israelíes han llevado a cabo redadas en decenas de casas, acompañadas de intenso fuego real, explosiones fuertes y drones de vigilancia que sobrevuelan a baja altura.

Estas acciones violan los derechos humanos y los tratados internacionales que protegen la vida humana.

Todos estos actos contribuyen a lo que se ha denunciado como una «limpieza étnica», un proceso que ha estado ocurriendo durante más de un año y que se ha intensificado desde principios de este 2025.

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