El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, viajó a la ilegal Base Naval de la Bahía de Guantánamo, ubicada en un territorio cubano ocupado. Los cubanos han respondido a la visita y a la política hostil de la Administración Trump con una multitudinaria Tribuna Antimperialista.

De acuerdo con un comunicado del Departamento de Defensa, esta fue la primera visita del funcionario desde que fue confirmado para el cargo en una reñida votación. Para Hegseth dicho centro no es desconocido, pues sirvió allí en la Guardia Nacional del Ejército.

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En un comunicado se indicó que el objetivo de la visita fue recibir información sobre las operaciones que se están desarrollando en la base, incluido el denominado Centro de Operaciones para Migrantes (MOC) y el Centro de Detención de la Bahía de Guantánamo, que en realidad es un centro de torturas que mantiene el Gobierno estadounidense desde el año 2002, ampliamente condenado por las violaciones a los DD.HH. que allí se cometen.

Desde el inicio de la nueva Administración, el Gobierno intenta convertir dicho enclave en un centro de detención de inmigrantes indocumentados deportados desde los Estados Unidos.

El presidente Trump anunció que serían construidas miles de tiendas de campaña para albergar a 30.000 indocumentados detenidos en la frontera con México y en las múltiples redadas llevadas a cabo en varios estados.

En esa línea antiinmigrantes, Hegseth destacó que dicho enclave es una «parada temporal crítica en el procesamiento de estos peligrosos extranjeros ilegales de cara a su eventual expulsión de nuestro país», dejando rastros de la estigmatización de su Departamento con respecto a los indocumentados, tratando de delincuentes incluso a aquellos que no han sido condenados por delitos.

Ello quedó demostrado en los 177 venezolanos que regresaron el pasado 20 de febrero gracias a las negociaciones que llevó a cabo el Gobierno de Venezuela para que estos fueran sacados de la ilegal base, adonde habían sido trasladados y tratados como delincuentes cuando no todos habían cometido delitos.

Cabe destacar que la información de las agencias respecto a los detenidos en dicho centro en este momento es contradictoria. Mientras resaltan que deben quedar solamente 15 personas, tras el traslado de los migrantes venezolanos, Hegseth afirmó ayer que durante dicha visita presenció la llegada de nuevos migrantes.

El secretario de Defensa no perdió la ocasión de hacer un guiño al resto al Departamento de Seguridad Nacional y a la Oficina de Detención y Deportación (ICE), asegurando que está orgulloso de su unión para expulsar a quienes infringen su soberanía nacional.

Quizá Hegseth se refería a su orgullo con una política antiinmigrantes que, en primer lugar, afecta a la economía norteamericana, considerablemente impulsada por el trabajo de estas personas, y al bienestar de miles de familias y millones de personas.

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