La representante de la OCHA en Colombia comentó que la crisis humanitaria en la región del Catatumbo “estaba un poco anunciada”.

La representante de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Colombia, Claudia Rodríguez, señaló el miércoles que la crisis humanitaria causada por los enfrentamientos entre grupos armados irregulares en la región del Catatumbo es la peor desde el acuerdo de paz en 2016 en el país suramericano.

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La funcionaria de la OCHA afirmó que en el lapso de una semana ya cuentan 50.000 personas afectadas por la violencia en la zona. “Es una intensificación muy significativa de la situación y creo que no hemos visto una situación tan crítica, (que creciera) tan rápidamente, desde la firma del acuerdo de paz», expresó Rodríguez a medios internacionales.

Del total de afectados, hay ya 38.419 desplazados y 12.176 confinados, según OCHA, aunque Rodríguez alertó: «la cifra de confinamiento sospechamos que es mucho más alta y es simplemente que no tenemos acceso (a las zonas rurales)».

Crisis anunciada

La representante de la OCHA en Colombia comentó que la crisis humanitaria en la región del Catatumbo “estaba un poco anunciada”, pues según la Defensoría del Pueblo el pasado 15 de noviembre advirtió de «la situación de riesgo» para la población civil por la presencia y amenazas de los grupos armados ilegales.

«Teníamos una calma precaria, pero sabíamos que en cualquier momento la situación podría cambiar. Yo creo que lo que más nos sorprende es la rapidez con la que se ha escalado y el impacto tan significativo que esto está teniendo en tan pocos días», expresó la jefa del Equipo de Asistencia Humanitaria de la OCHA en Colombia.

Para atender la situación, la OCHA y otros organismos de la ONU tienen misiones operando en el Catatumbo y trabajan en conjunto con 43 «socios humanitarios» que están «súper activados para poder atender la crisis» y complementar el trabajo de las autoridades locales, regionales y nacionales.

Sin embargo, Claudia Rodríguez dijo que la atención a la población y comunidades no ha sido sencilla por varias razones, una de ellas «la magnitud de la crisis».

«Los desplazados necesitan comida, kits de alojamiento, colchonetas, mantas y kits de higiene, es decir, necesitan de lo básico para poder vivir en condiciones temporales fuera de la casa» añadió la representante de la OCHA.

«Yo creo que todos estamos sintiendo el ritmo al que esto está avanzando, que tenemos a casi 7.000 personas afectadas nuevas por día. Nos va a faltar más apoyo y, sobre todo, movilizar voluntades para que podamos apoyar a estas personas». Sentenció Claudia Rodríguez.

Corredor humanitario

La directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, expresó por su parte que el Gobierno colombiano trabaja para «responder totalmente con las condiciones que se requieren en este momento» en el que hay «una tragedia en tránsito».

«Vamos a declarar un corredor humanitario que nos permita ingresar a los lugares en que hay confinamiento y que pueda entrar no solo la ayuda humanitaria, sino que se puedan recoger los cuerpos e identificarlos», detalló Solano a periodistas.

Por la ofensiva del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el Catatumbo, el presidente Gustavo Petro, suspendió el viernes pasado los diálogos con ese grupo rebelde y dijo que va a declarar el estado de conmoción interior.

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