Las tensiones políticas y regionales detrás del intento de golpe en Benín

Medios locales indican que el presidente de Benin, Patrice Talon, visitará Francia en el mes de octubre. | Foto: EFE


27 de septiembre de 2024 Hora: 16:40

La detención de tres figuras cercanas al poder en Benín, acusadas de planear un golpe de Estado se entrelaza con el panorama de inestabilidad en África Occidental y el creciente rechazo a la influencia de Francia en la región.

El 25 de septiembre de 2024, las autoridades de Benín arrestaron a tres prominentes individuos acusados de orquestar un golpe de Estado, entre ellos Olivier Boko, empresario cercano al presidente Patrice Talon. 

La captura, que involucra también al exministro de Deportes Oswald Homeky y al comandante de la Guardia Republicana, ha sacudido al país y desatado una tormenta política. Los acusados habrían planeado ejecutar el golpe el 27 de septiembre, según reveló el fiscal especial Elonm Mario Metonou.

Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión regional, con una serie de golpes de Estado en África Occidental y el resurgimiento de movimientos panafricanistas que rechazan la influencia de potencias extranjeras, en especial de Francia. 

Benín, bajo el liderazgo de Talon, ha sido un actor clave en la estabilidad regional, pero las recientes detenciones podrían agravar la situación interna y sus relaciones con países vecinos.

Los hechos

El 25 de septiembre de 2024, las autoridades de Benín detuvieron a tres individuos acusados de planear un golpe de Estado: el empresario Olivier Boko, el exministro de Deportes Oswald Homeky y el comandante de la Guardia Republicana, teniente coronel Dieudoné Tévoédjrè, responsable de la seguridad del presidente Patrice Talon.

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Olivier Boko, de 60 años, jefe del grupo Alimentación y Suministros Alimentarios (DFA), es amigo de Patrice Talon desde hace una veintena de años. A menudo presentado como la mano derecha del presidente, nunca ha tenido una función oficial en el organigrama presidencial.

Según el fiscal especial del Tribunal de Represión de Delitos Económicos y Terrorismo, Elonm Mario Metonou, Homeky fue detenido mientras entregaba seis bolsas llenas de billetes al comandante Tévoédjrè.

MM. Boko y Homéky, advierte la denuncia de la fiscalía, abrieron una cuenta bancaria «en los libros del [banco] NSIA Costa de Marfil a favor del comandante de la Guardia Republicana» para «realizar un golpe de Estado por la fuerza el día 27 de septiembre de 2024”. Por su parte, el banco aseguró por su parte que no tenía “ninguna cuenta abierta a nombre o por cuenta del comandante de la Guardia Republicana de Benín”

Patrice Talon

El actual presidente de Benín, ha declarado en varias ocasiones que no buscará un tercer mandato y que se retirará al finalizar su segundo, como establece la Constitución. 

Sin embargo, desde la oposición denuncian que Talon espera el momento oportuno para intentar extender su tiempo en el poder dado que en 2017 intentó sin éxito modificar la duración del mandato presidencial de cinco a seis años, lo que ha alimentado las especulaciones sobre sus intenciones futuras.

Aunque no ha respaldado públicamente a un sucesor, la Asamblea Nacional de Benín está bajo el control de dos partidos aliados al oficialismo y existen especulaciones de una potencial reforma constitucional que permita su reelección. 

Olivier Boko

Los abogados y seguidores del empresario Olivier Boko, uno de los detenidos por el presunto plan para un golpe de Estado, han denunciado su “secuestro” por parte de las autoridades de Benín y exigido su liberación inmediata. Según indicaron en una conferencia de prensa, ni la familia ni sus abogados tienen información sobre el paradero o estado de salud de Boko.

En 2023, Oswald Homeky, exministro de Deportes y también implicado en la conspiración, renunció a su cargo tras expresar públicamente su apoyo a la candidatura de Boko para suceder al actual presidente Patrice Talon en las elecciones. Este gesto fortaleció la relación entre ambos, lo que algunos interpretan como un posible motivo detrás de su arresto.

El colectivo de apoyo a Boko, conocido como Objectif Benin 2026, criticó el arresto calificándolo de «grave violación de los derechos fundamentales» y acusó al gobierno de llevar a cabo una persecución política evidente. 

Francia y el panafricanismo

Los acontecimientos tienen lugar en una región donde se el panafricanismo y el rechazo a la injerencia de naciones occidentales -sobre todo Francia- en los asuntos internos de los países ha llevado a una serie de golpes de Estado: Gabón, Guinea y el trío recientemente aliado de Burkina Faso, Níger y Malí.

Talon ha mostrado su rechazo a los golpes de Estado en los países vecinos. Después de que el ex presidente de la fronteriza Níger, Mohamed Bazoum , fuera derrocado en un golpe de Estado el año pasado, Talon alentó a los ciudadanos benineses a protestar contra el golpe y a clamar por la restitución de Bazoum, lo que provocó que la junta de Níger cerrara sus fronteras con Benín. El cierre de la frontera elevó el ya alto costo de la vida en Benín, ya que exporta productos básicos a Níger.

En tanto, quien ejerció como embajador de Benin en Estados Unidos, Omar Arouna, rescató el mensaje dado por Talon en su visita a Francia en 2022, en donde el presidente de Benin manifestó ante el presidente francés, Emanuel Macron, que “la democracia puede conducir a la anarquía y paralizar las decisiones gubernamentales… y no tengo la intención de implementarla plenamente ”. 

Benin

A pesar de su pequeño tamaño y su población relativamente modesta (poco más de 13,4 millones de habitantes), ocupa un lugar geopolítico clave tanto a nivel regional como internacional. 

Estratégicamente situado en África Occidental, comparte una frontera extensa y porosa con Nigeria, el gigante económico y demográfico de la región. Esta proximidad no solo le otorga a Benín relevancia comercial, sino que también lo posiciona como un actor central en la dinámica transfronteriza de la región.

A nivel regional, el puerto de Cotonú juega un papel crucial en el comercio entre Nigeria y el resto del mundo. Aunque Benín no es un país productor de petróleo, su economía informal se sostiene, en gran parte, gracias al comercio ilícito de combustible, particularmente el «kpayo», que abastece el 80% del consumo nacional. 

Esta situación no solo subraya la fragilidad económica de Benín, sino que también destaca su importancia como un intermediario logístico para Nigeria y otras naciones de África Occidental, siendo un eslabón en la cadena de suministro regional.

A nivel internacional, Benín ha mantenido una relación ambivalente con las instituciones financieras globales, que constantemente promueven la «buena gobernanza». Sin embargo, su dependencia de la economía informal y la tolerancia al tráfico de combustibles contrasta con estas recomendaciones. 

Este equilibrio entre mantener la estabilidad interna y la presión internacional para adoptar reformas más estrictas resalta la compleja posición geopolítica del país, que debe gestionar las tensiones entre la necesidad de supervivencia económica y las exigencias externas de modernización, algo que tiene en el presidenta Talon a su máximo exponente.

Autor: Nicolás Hernández - teleSUR

Fuente: okayafrica - EFE - AFP - Anodolu - Al Mayadeen

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