Un manifestante encarcelado durante la casería llevada adelante por las Fuerzas de Seguridad argentinas contra quienes protestaban con la Ley Bases en Buenos Aires, comenzó una huelga de hambre, en denuncia de los abusos recibidos y en reclamo de su liberación.

Roberto Gómez, detenido en Argentina desde junio de 2024 por su participación en una protesta en Buenos Aires, comenzó hoy una huelga de hambre en la prisión de máxima seguridad de Ezeiza.

La decisión de interrumpir la ingesta de alimentos fue tomada luego que el último de los 32 detenidos el pasado 12 de junio fuera informado de que seguirá bajo pena de prisión debido a los antecedentes penales que pesan en su contra.

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Gómez fue apresado durante las manifestaciones contra la controvertida ley nacional conocida como «Ley Bases», la cual impuso una serie de retrocesos en derechos civiles que motivó una masiva protesta pacífica que fue duramente reprimida por las autoridades.

En un comunicado, Gómez expresó su rechazo a la decisión judicial que prolonga su encarcelamiento: “La hago responsable a la jueza María Romilda Servini de Cubría por mí salud física y mental”.

Según el detenido, no se le ha encontrado culpable de los delitos que se le imputan por su participación en la protesta, y su detención se basa únicamente en sus antecedentes penales previos.

Además, se ha presentado un recurso de Habeas Corpus a raíz de presuntos abusos sufridos por Gómez en la prisión.

Tras una visita de organismos de derechos humanos, el detenido fue sometido a una requisa que él describe como degradante y sin justificación. Según relata, fue desnudado y se revisaron los alimentos llevados por los visitantes, lo que él considera un trato discriminatorio comparado con el que reciben otros presos.

Gómez ha manifestado que solo levantará su huelga de hambre si es liberado, argumentando que su detención carece de mérito legal y que se ha basado más en prejuicios hacia su historial que en evidencias concretas.

Su caso ha atraído la atención de organismos de derechos humanos y ha generado preocupación sobre el trato a los detenidos en Argentina.

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