Cientos de personas se manifestaron este domingo en Israel por la moción de censura que aprobó el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, contra la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, y que marca el primer paso para la destitución de la funcionaria.

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Los manifestantes hicieron una primera parada en la residencia de Netanyahu de la calle Azza para encaminarse luego hacia la zona donde se ubica su oficina, así como el Parlamento y otros edificios gubernamentales, en el que supone el sexto día de protestas consecutivo desde que Israel reinició el genocidio en Gaza rompiendo el alto al fuego con Hamás.

La legislación israelí establece que el encargado de cesar a la fiscal general es un comité de cinco miembros que tendrá que votar a favor de su destitución, tras lo que se puede iniciar el proceso formal para hacerlo.

«¡No dejes que el Gobierno de la destrucción despida a la fiscal general!», exclamaron los manifestantes.

El ministro de Justicia, Yariv Levin, presentó una moción de censura contra Baharav-Miara el pasado viernes, horas después de que el gabinete aprobara el despido del jefe de los servicios secretos israelíes (Shin Bet), Ronen Bar.

Dicha votación se produjo en medio de fuertes protestas en las calles y en ausencia tanto de Netanyahu, de quien la justicia investiga casos en su contra, como de la propia fiscal general.

Según la prensa israelí, la facultad para destituir a la fiscal general recae en un comité especial que actualmente no cuenta el quórum necesario para hacerlo, por lo que se espera que miembros de la coalición de Netanyahu sean nombrados en él.

Las primeras protestas se convocaron el pasado lunes contra la decisión de Netanyahu de despedir al jefe del Shin Bet -agencia de inteligencia interior-, Ronen Bar.

El martes, Israel reinició su ofensiva en Gaza y los manifestantes añadieron a su protesta la petición de parar la guerra y realizar los respectivos cambios de rehenes entre Hamás y el Ejército sionista.

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