Este viernes, el Ejército de Israel disparó una ráfaga de proyectiles de artillería hacia las zonas occidentales del norte de Gaza, afectando a zonas como Beit Lahia, Al-Sudaniya y Al-Karama, dejando un saldo de varios palestinos muertos, para acumular 605 mártires desde el pasado martes.

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Varias áreas de Beit Lahia y otras regiones del norte fueron objeto de bombardeos intermitentes desde las primeras horas de la mañana, causando heridos entre los palestinos.  

En la tarde, el Ejército israelí comunicó un «último aviso» a los habitantes de las zonas de Al-Sultan, Al-Karama y Al-Awda, demandándoles que se movieran hacia el sur de forma inmediata.  

Una vivienda en el campamento de Jabalia sufrió un bombardeo aéreo cerca del Hospital Yemen, devastando totalmente la edificación y causando heridas a varios ciudadanos.

En Gaza, seis niños perdieron la vida y otros resultaron heridos después de un bombardeo dirigido a un apartamento residencial en la calle Al-Jarou, en el sector de Tuffah.

Además, una madre y su hija murieron por un ataque de artillería contra una vivienda en la localidad de Abasan Al-Kabira, al este de Jan Yunes, donde también se registraron heridos. 

En la región de Al-Maghraqa, al norte, un misil disparado por un dron de Israel causó heridas graves a un grupo de ciudadanos que fueron trasladados al Hospital Al-Awda, situado en el corazón de la Franja. Además, un joven con discapacidad también sufrió heridas por francotiradores israelíes en esa misma área.

Simultáneamente, el Ejército de Israel disparó bengalas en el campamento de Nuseirat, en el corazón de Gaza, mientras que varios refugiados perdieron la vida después de un ataque a una tienda en Deir Al-Balah y bombardeó el Hospital de la Amistad Turca destinado a pacientes con cáncer.

Las tropas de Israel nuevamente separaron el norte y el sur de la Franja, retomando el control del eje Netzarim.

El el ministro de «Guerra» de Israel, Yisrael Katz, instruyó al Ejército a tomar más territorios en Gaza a través del desplazamiento obligatorio de sus residentes. 

Desde el reinicio de la ofensiva de la ocupación sionista, el pasado martes, 605 palestinos perdieron la vida en bombardeos aéreos de Israel, por lo que, como respuesta, las Brigadas Al-Qassam anunciaron haber disparado una ráfaga de cohetes contra la ciudad ocupada de Ashkelon.

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