Gobiernos de México y Estados Unidos intensifican sus encuentros para revitalizar el Acuerdo Bicentenario, pacto en el cual ambas naciones abordan la seguridad en su frontera común.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, explicó que su Gobierno sostiene conversaciones con la administración de su homólogo estadounidense, Donald Trump, para renovar el Acuerdo Bicentenario, enfocado en seguridad bilateral.

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«Ellos tiene apenas una semana en el Gobierno, hay comunicación y coordinación (…) para un acuerdo de alto nivel en todos los temas, en particular en el tema de seguridad, el tema de la entrada de armas de EEUU a México, el tema de trasiego de drogas», dijo la jefa de Estado en conferencia de prensa.

Las discusiones se centran en actualizar y robustecer el acuerdo vigente desde 2021, cuyo propósito es establecer pautas de cooperación en materia de seguridad. Este pacto busca enfrentar retos como el tráfico de personas y armas, la adicción a las drogas, y el trasiego de estupefacientes.

El gobierno de Donald Trump ha mostrado particular inquietud por la crisis del fentanilo, que ha provocado un elevado número de muertes por sobredosis en su territorio.

Sobre lo anterior, la gobernante subrayó que «la posición humanitaria de México es de siempre ayudar por la crisis de consumo de fentanilo que tienen en EEUU, para combatir la producción de drogas».

Por su parte, la Administración mexicana ha expresado su preocupación por el flujo de armamento procedente de EE.UU., señalando que un porcentaje considerable de las armas incautadas en México son de origen estadounidense.

Así, por ejemplo, México recibe hasta el 72 por ciento de las armas traficadas de manera ilegal, y concentra tres de las cinco principales rutas de trasiego internacional de esos artefactos con origen en la nación vecina, de acuerdo con un estudio reciente publicado por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) del Gobierno estadunidense.

La principal vía de trasiego desde suelo estadunidense identificada por la ATF es la de Texas a México, que concentra 39.5 por ciento de los casos analizados. Le sigue la de Arizona a México, con 24.7, y luego está la de California a México, con 1.6 por ciento de las investigaciones reportadas.

Ambas naciones han reafirmado su compromiso de colaborar de manera conjunta, respetando la soberanía de cada país. La cooperación incluye el intercambio de información, capacitación y adiestramiento militar entre las fuerzas armadas.

Este año, un batallón de fuerzas especiales mexicanas tiene programado entrenarse en la base Fort Johnson, en Lousiana, mientras que tropas estadounidenses recibirán adiestramiento en la base militar de Santa Gertrudis Chihuahua.

Sheinbaum ha enfatizado la comunicación y coordinación con el Gobierno del país norteño, destacando que ambos países están «obligados por nuestros pueblos a tener una buena relación».

El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México, Ricardo Trevilla, ha señalado que, por instrucciones de la mandataria mexicana, se promoverá la continuación, revisión y fortalecimiento de las acciones establecidas en el documento bilateral.

Durante las últimas semanas, han surgido tensiones entre Estados Unidos y México sobre el tema de seguridad. Esto después de que el mandatario estadounidense anunciara que designaría a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales.

Esto fue criticado por la jefa de Estado mexicana, quien aseguró que defenderá la soberanía de su nación, esto a través del diálogo y la coordinación con las autoridades estadounidenses.

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