Los manifestantes expresaron su indignación por la gestión tardía de la alerta roja durante la DANA, señalando la responsabilidad directa del presidente valenciano en la pérdida de vidas humanas.

La ciudadanía valenciana tomó las calles este sábado en una multitudinaria manifestación para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por su gestión durante la reciente DANA que devastó la región.

La protesta, que reunió a miles de personas, denunció la respuesta insuficiente de las autoridades ante la depresión aislada en niveles altos (DANA) que afectó a 75 municipios de la Comunidad Valenciana y causó 223 fallecimientos.

La manifestación, que comenzó de manera pacífica, registró algunos incidentes cuando un grupo de manifestantes lanzó bengalas hacia el balcón del Ayuntamiento de Valencia, lo que provocó la intervención policial para dispersar a los concentrados.

Entre la multitud se leían pancartas con mensajes contundentes como «Mazón, tu pueblo te repudia, ni olvido ni perdón». En un gesto simbólico, muchos participantes llevaron cubos y cepillos, recordando la labor de los voluntarios durante las tareas de limpieza posteriores al desastre natural.

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Denuncian negligencias en la gestión de la DANA que devastó el sureste de España

Las protestas se extendieron hasta Madrid, donde ciudadanos se concentraron en la Puerta del Sol en solidaridad con los valencianos. Los manifestantes expresaron su indignación por la gestión tardía de la alerta roja durante la DANA, señalando la responsabilidad directa del presidente valenciano en la pérdida de vidas humanas.

La concentración en la capital reunió a cientos de personas que exigieron la dimisión de Carlos Mazón por lo que consideran una negligencia en la gestión de la emergencia. Posteriormente, aproximadamente doscientos manifestantes se movilizaron hacia la calle Ferraz portando banderas españolas, donde ampliaron sus protestas para criticar también la respuesta del Gobierno central ante la catástrofe.

La DANA, que azotó el sureste español el pasado 29 de octubre, causó graves daños en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, provocando cortes en el suministro eléctrico, interrupciones en las telecomunicaciones y serias afectaciones al transporte ferroviario y por carretera. Las autoridades meteorológicas habían elevado la alerta al nivel máximo en las regiones del sur y este del país.

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