Misivas masivas

La música y la canción populares tienen autores usualmente olvidados por el colectivo, porque las personas sedimentan en sus memorias el aire musical y algunas frases de las letras. Foto: Unam


30 de septiembre de 2024 Hora: 21:46

La carta enviada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en marzo de 2019 al rey de España, trataba de unir criterios en torno a la disculpa que deben los europeos, y en este caso reyes y sacerdotes hispanos a los pueblos de la Abya Yala (Tierra viva, que florece) por el exterminio al que sometieron a los originarios, y en este caso a la población aborigen mexicana. La misiva del presidente López Obrador no mereció una respuesta por parte del rey español en torno al sanguinario y cruel proceso evangelizador y de conquista.

Muy contra los deseos de la realeza los pueblos originarios y también los africanos que llegaron esclavizados supieron resistir reconstruyendo espacios, culturas y ancestralidades.

Cinco años después de esa carta sin respuesta, llena de profundo regocijo que una mujer, Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, en nombre de su pueblo y diríamos que en nombre de todos los pueblos originarios americanos pusiera los puntos sobre las ies en torno a un tema muy sensible en nuestros territorios.

Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México.

La canción popular y la música popular integran una totalidad.

Toda canción lleva dos ingredientes: un transporte musical que es su fundamento y una carga verbal que comunica los sentimientos con otro código.

La música y la canción populares tienen autores usualmente olvidados por el colectivo, porque las personas sedimentan en sus memorias el aire musical y algunas frases de las letras. Como la voz humana asume la interpretación, generalmente se atribuye la canción a la voz que canta por la sencilla razón del acercamiento entre la canción y la persona que escucha. Si a esto agregamos el limitado papel de los medios de comunicación cuando se refieren a la canción popular, sin profundizar en ella y su contexto, tendremos esas lagunas que ahogan los nombres de autores que por mérito propio han de estar en la memoria, crónica e historia de la canción popular latinoamericana.

Un tema que sirve de ejemplo en el vasto panorama musical latinoamericano lo reflejan temáticamente las cartas, tan de moda en estas horas continentales, sobre todo en Venezuela y México.

El inmenso repertorio musical latinoamericano tiene un catálogo de cartas de todos los calibres e intenciones y hacemos el ejercicio de señalar con justicia a los autores de esas misivas musicales que tanto arraigo tienen en el pueblo latinoamericano, poniendo el acento autoral junto al interpretativo.

Guillermo Castillo Bustamante, autor de Escríbeme.

Este tema epistolar tiene fecha y lugar de nacimiento: 14 de agosto de 1956 en la cárcel de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela. Su autor, Guillermo Castillo Bustamante era preso político al igual que su esposa, quien estaba en otra prisión. La hija de ambos, aunque no los podía ver servía de enlace con las noticias del país y las personales, en cartas para cada uno de ellos. Pensando en su hija Inés, Guillermo Castillo Bustamante compuso “Escríbeme”. No fue la esposa, sino la hija la protagonista de uno de los más hermosos boleros de la historia musical de América Latina. “Me hacen más falta tus cartas que la misma vida mía… Cuando llegan a mis manos su lectura me conmueve y aunque sea con borrones, escríbeme”. Este tema, en la voz de Alfredo Sadel, también venezolano y quien la dio a conocer masivamente, le ha dado la vuelta al mundo varias veces y cuenta con no menos de 50 versiones.

Anotemos en esta lista “La Carta” compuesta e interpretada por la malograda cantora chilena Violeta Parra. Fue escrita en Francia en 1964, siendo uno de los temas que aparecieron luego del fallecimiento de Violeta en 1967. Ángel Parra, hijo de Violeta señaló que ese tema y otros eran enviados a Chile para apoyar a Salvador Allende. En esta carta la cantora cuenta que le avisaron que su hermano Roberto había caído preso en una protesta.

Anotemos también la “Carta para Violeta Parra” escrita y cantada por su creador Silvio Rodríguez, de Cuba e incluida en su álbum Segunda Cita dado a conocer en 2010. “Mi siempre bien amada Violeta Parra: supe por una nube tu dirección. Te escribe una guitarra que te recuerda con devoción, sólo para cantarte, sí…”

En el listado de cartas tenemos la que escribió el poeta, pintor y músico nacido en 1942 en El Tigre, estado Anzoátegui, Enrique Hidalgo y que entregó al nacido en el estado Sucre, Gualberto Ibarreto, quien la dio a conocer en 1974, convirtiéndose en un éxito inmediato. “Denme claridad que voy a leer la carta que ayer me envió Soledad” El tema de Enrique Hidalgo se hizo absolutamente popular, hasta nuestros días.

No debe olvidarse la “Carta para Violeta Parra” escrita y cantada por su creador Silvio Rodríguez, de Cuba.

La “Carta a Manuela” es verídica en tanto que está compuesta por varios extractos de cartas reales de El Libertador Simón Bolívar a su amada Manuela Sáenz, la quiteña inmortal bautizada por él como “La Libertadora de El Libertador”.

Estos extractos fueron seleccionados por el inolvidable artista plástico, escritor y cantor Jesús El Gordo Páez, el hijo de Inés y Ruperto nacido en Carora, estado Lara en junio de 1952.

El concierto del Gordo Páez, dónde estrenó esta canción, se efectuó en el auditorio Magdalena Seijas, del Pedagógico de Barquisimeto. Su grupo musical fue de excelencia y tuvo el nombre de “Guarda planeta” El tema está incluido en la producción “Canto al amor de otros amores” y su original está registrado en acetato, en un 45 rpm.

Hay un autor mexicano bien reconocido por su obra musical en la que iba reflejando hasta con críticas los cambios urbanos de la capital de su país, la ciudad de México, donde él nacio en enero de 1920. Su nombre es Salvador Flores pero siempre fue conocido como Chava, el Chava Flores. Es el autor de un tema singular, “Vieja carta” porque la pieza, un bolero, consigna la existencia de una carta que nunca fue enviada. “Me pregunto que hubieran sido nuestros amores / de haberte tú enterado / que en esa vieja carta yo te pedía perdón”

No olvidamos “La Carta” que Néstor Daniel, es decir el director y vocalista del grupo venezolano “Los Terrícolas” envió a su amada, anunciando la separación. “Oh, Carta de Néstor”. “Y si Dios te manda un hijo/ no le pongas mi nombre/ para que no sea como yo”. “Los Terrícolas” surgieron en Puerto Cabello y Morón, poblaciones de la zona costera centro occidental de Venezuela y fueron un suceso de ventas y éxitos a nivel venezolano e internacional,desde su creación a finales de la década de los sesenta hasta la actualidad.

Rubén Fuentes, autor de «Carta a Eufemia».

No dejamos por fuera para nada la famosa “Carta a Eufemia”, escrita, compuesta por el destacado músico mexicano Rubén Fuentes e interpretada por uno de los colosos de la canción en México: Pedro Infante. Comenzando la década de los cincuenta Fuentes, nacido en 1926 y desarrollado como violinista, arreglista y compositor hizo este tema en un tono si se quiere jocoso reflejando la carta de alguien que quería terminar su relación con su novia, en este caso Eufemia. Forma parte de una película protagonizada por Pedro Infante en 1953 y está cantada con toda la entonación deseada por su compositor.

Los famosos Tigres del Norte, también de México interpretan un tema que es la historia de una carta, historia verídica según cuenta su compositor, el también músico mexicano Alex Rivera, quien en diversas entrevistas y ante el éxito del tema tanto en su voz como en la versión de Los Tigres del Norte reveló que eso le pasó al finalizar un concierto en EEUU cuando se le acercó un joven y le entregó una carta con la esperanza de que la hiciera llegar a su señora madre a quien no veía desde hacía mucho tiempo. Alex Rivera cumplió el deseo del joven.

El Gobierno de España se indignó porque el rey no fue invitado a la toma de posesión de Sheinbaum, aunque sigue sin dar respuesta a la carta de 2019. La nueva presidenta mexicana no solo mostró la carta original del presidente saliente, sino su propia carta de respuesta.

¿Se dan cuenta?

Cartas de esperanza.

Autor: Lil Rodríguez

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