El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil (MST) después de sostener su reunión de Coordinación Nacional en Belém, Pará, lanzó una carta oficial en la que además de reafirmar la reforma agraria como alternativa posible, le exige al Gobierno de Lula da Silva el asentamiento y obtención de reconocimiento de tierras de 100.000 familias campesinas acampadas.

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El movimiento refirió que uno de sus compromisos es “presionar al Gobierno para que asiente a las 100.000 familias sin tierra acampadas, demarcar los territorios indígenas y reconocer los territorios quilombolas, luchando por un presupuesto y una agenda concreta de políticas para mejorar la calidad de vida y la autonomía de los territorios”.

Al reflexionar sobre la inacción del Gobierno brasileño, el MST sigue reafirmando la reforma agraria “como camino posible para superar la destrucción ambiental, la concentración de la riqueza y la desigualdad social”.

Sobre la situación política en el campo, el MST hizo alusión “a la parálisis de la Reforma Agraria, a la desnacionalización de las tierras brasileñas, a la privatización de los bienes naturales que alimenta el proyecto de muerte del negocio agro-hidro-minero, resultando en la crisis ambiental –que es expresada en los territorios y a nivel global”.

“A esto se suma la acción perversa de la mayoría del Congreso Nacional, que legisla a favor de los intereses del gran capital, defiende el proyecto agrícola y toma como rehén al Poder Ejecutivo, retirando e impidiendo el avance de políticas públicas sociales y logros efectivos para el pueblo brasileño”, recalcó la organización.

Asimismo, manifestó que “luchamos y resistimos en tiempos difíciles, marcados por la perversidad de la ofensiva capitalista. En América Latina, estamos experimentando un período de profundización de la codicia del capital, la apropiación de los bienes de la naturaleza y la violencia contra las personas que luchan y resisten el orden imperialista”.

De los compromisos puntualizados por el MST está el fortalecer el trabajo de base y un plan de lucha para acumular fuerzas en el próximo período, junto a organizaciones populares de base y urbanas.

Entre las luchas a construir junto a la clase trabajadora, la organización resalta el Plebiscito por la tributación de las fortunas y el fin del 6× Día 1, acciones solidarias, campañas para combatir el hambre y el analfabetismo; difundir el estudio y la formación política e ideológica, como importante instrumento para romper las vallas de los latifundios del conocimiento; entre otras.

En diciembre, el Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), que dirige Paulo Teixeira, informó que 71.414 familias se asentaron en 2024, lo que representa un aumento del 42 por ciento respecto al año anterior y casi 10 veces más de lo que se asentaron en 2022, el último año del mandato de Jair Bolsonaro.

Ante esta declaratoria, el MST refirió, de acuerdo a la plataforma Brasil de Fato, que “el número de carpeta se refiere a la regularización de familias que ya estaban asentadas. Esto significa, según el movimiento, que no se asignaron nuevos terrenos a los campistas, que están esperando propiedades”.

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