Lo manifestantes señalaron que la masacre no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de invasiones y violencia vinculado a intereses inmobiliarios.

Cientos de personas se congregaron este sábado en el Centro de Eventos Tremembé (SP) para rendir homenaje a Valdir do Nascimento de Jesus y Gleison Barbosa de Carvalho, líderes comunitarios del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) asesinados el pasado 10 de enero durante un ataque contra un grupo de colones que realizaban una vigilia.

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La manifestación, bajo el lema «Por la reforma agraria, vida y justicia», puso en evidencia las tensiones crecientes en torno a la ocupación irregular de tierras.

La tragedia ocurrió cuando 25 hombres armados abrieron fuego contra los colones del asentamiento Olga Benário en el que también resultaron heridos seis personas, incluidos niños y ancianos. Denis Carvalho se encuentra en estado crítico en la UCI tras recibir un disparo en la cabeza.

En el evento, Gilmar Mauro, coordinador nacional del MST, expresó con firmeza que no descansarían hasta conocer la verdad, asimismo, aseguró que grupos económicos y políticos están detrás de esos sucesos.

La protesta contó con la participación de figuras públicas como el Ministro de Desarrollo Agrario, Paulo Teixeira; el presidente del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), César Aldrighi; la superintendente del municipio de São Paulo, Sabrina Diniz y parlamentarios del Partido socialismo y Libertad (Psol) y el Partido de los Trabajadores (PT).

La Policía Civil detuvo a Antônio Martins dos Santos Filho, conocido como «Nero do Piseiro», quien habría confesado su participación en el ataque. El sospechoso Ítalo Rodrigues da Silva permanece prófugo desde el 12 d enero, según testimonios de sobrevivientes que lo identificaron.

El origen del conflicto radica en la venta irregular de un lote baldío de 5,000 metro cuadrados dentro del asentamiento Olga Benário, regularizado en 2005. El terreno fue vendido ilegalmente por un colono a un hombre llamado Alex, quien lo revendió por 80,000 reales a Ítalo Rodrigues da Silva en noviembre de 2024.

Valdir do Nascimento de Jesus, una de las víctimas, advirtió a Rodrigues que la tierra no podía ser comercializada. En los días previos al ataque, se reportaron robos de tuberías y equipos en el lote, lo que llevó a los colonos a organizar una vigilia para proteger el área.

La noche del 10 de enero, Ítalo regresó al terreno acompañado de un grupo armado, quienes abrieron fuego contra los presentes. El asentamiento Olga Benário, con 45 lotes, es un símbolo de la lucha por la reforma agraria de Brasil.

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